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A los 83 años muere el baterista Max Roach, reinventor del jazz

Sus improvisaciones y las innovaciones rítmicas que introducía en sus composiciones le hicieron ganarse un espacio importante en la historia de la música.


El baterista Max Roach, virtuoso de la percusión y uno de los pioneros del jazz moderno, falleció a los 83 años, en Nueva York, tras no superar una larga enfermedad, anunció el sello discográfico Blue Note.



Roach, nacido en Carolina del Norte en 1924 y criado en el neoyorquino barrio de Brooklyn, pasará a la historia como uno de los reinventores del jazz, al que dedicó su vida rompiendo barreras musicales por su peculiar estilo de tocar la batería.



Sus improvisaciones y las innovaciones rítmicas que introducía en sus composiciones y que ayudaron a definir el sonido sofisticado del "bepop jazz" le hicieron ganarse un espacio importante en la historia de la música.



Su actitud aventurera duraría durante toda su carrera, en la que sobrepasó las fronteras del jazz, al colaborar con coros de gospel, grupos de hip-hop, artistas visuales y todo tipo de iniciativas musicales.



Su primera actuación se produjo cuando tenía 16 años y consiguió llenar durante tres noches un local neoyorquino como sustituto de un baterista. Esa actuación lo llevó a presentarse en el mítico Milton’s Playhouse del barrio de Harlem, donde coincidiría con el saxofonista Charlie Parker y el trompetista Dizzy Gillespie.



En 1944, Roach protagonizó una de las primeras sesiones de grabación de «bepop jazz» junto al propio Gillespie y el legendario saxofonista Coleman Hawkins. Con unas manos bien rápidas en la batería, Roach también colaboró con Miles Davis y la Capitol Orchestra en varias sesiones de grabación.



Entre los 60 y 80, el baterista consiguió gracias a su imaginación permanecer en lo alto con multitud de colaboraciones musicales y con la formación de varias bandas que dirigía él mismo.



En los 70, Roach pasó a la historia al ser el primer músico de jazz en dar lecciones de música como profesor titular en la Universidad de Massachusetts.



No dejó su actividad didáctica hasta finales de los 90, aunque permaneció activo y ofreció giras con su cuarteto hasta 2000. Su última colaboración como compositor fue en 2002, cuando compuso e interpretó la música del documental "How to fraw a bunny" sobre el artista Ray Johnson.



EFE

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