“Chañarcillo”, de Antonio Acevedo Hernández, es una de las obras claves de la dramaturgia latinoamericana y que ya se ha montado en 3 diferentes temporadas, bajo la dirección de destacados directores teatrales como Pedro de la Barra en 1953, Fernando González en 1978 y Andrés Pérez el año 2000. Pero esta 4ta versión tiene una gran diferencia respecto a sus antecesoras: la dirección está a cargo solamente de mujeres: Carolina Araya Lucero, Carola Rebolledo González y Nelda Muray-Prado.
“Chañarcillo” es uno de los primeros textos de teatro social escritos en nuestro continente, un retrato de la sacrificada vida en las minas del norte de Chile y una crítica a un sistema en el que prima la ley del más fuerte, la ambición, la fortuna y la violencia como eje de las relaciones humanas. Las directoras de este montaje, beneficiado por Fondart Nacional 2014, han tomado la responsabilidad de traer nuevamente al escenario una versión de este clásico nacional, a través de una puesta en escena que mantenga el sentido de espectáculo integral que el autor propone. Contará con 21 actores sobre el escenario, música en vivo y bailes folclóricos. Esta propuesta pretende además cumple el deseo del autor de incluir proyecciones que complementen la puesta en escena; paralelo a lo teatral se realizará un trabajo cinematográfico que interprete imágenes y situaciones contenidas en el texto y que acompañen la acción sobre el escenario.
Reseña:
La acción transcurre en la taberna del pueblo de Juan Godoy, lugar de encuentro de los trabajadores y espacio que se transforma en el escenario para dejar al descubierto los vicios, deseos, dolores y alegrías de las clase obrera chilena.
La obra cobra dimensiones de epopeya en el momento en que los dos mineros “Suave” y “Chicharra” se internan en un viaje iniciático por el desierto en busca de un filón de plata que los sacará de la pobreza y los ayudará a restituir su dignidad.
