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Lo que ha sido la competencia chilena en Ficvaldivia 2015: Entre la búsqueda del padre y los traumas familiares

Lo que ha sido la competencia chilena en Ficvaldivia 2015: Entre la búsqueda del padre y los traumas familiares

Por lo que se ha visto en filmes como “La sombra del roble” y “Atrapados en Japón” (los largometrajes exhibidos hasta este miércoles), las obras locales transitan alrededor de motivos como la pérdida afectiva, el abandono filial, la conservación de la memoria, y las técnicas de montaje que mezclan la ficción, el documental, el stop motion y un pasaje inaudito en la historia del periodismo nacional.


Nicolás Saldivia Muñoz (27) venía todos los años a Valdivia como estudiante de cine de la Universidad del Desarrollo, y ahora acaba de estrenar en el festival de la ciudad, su ópera prima: “La sombra del roble” (2014). Está expectante, y espera que un posible éxito y buena recepción de su trabajo en el sur, lo conduzca a presentar su crédito en muestras internacionales como la de La Habana y Cartagena.

“Siempre quise debutar profesionalmente aquí: Valdivia es el encuentro cinematográfico más importante del país, y también me interesaba por su línea editorial, la ventana y la vitrina que representa, sus aires de diversidad y de apertura hacia lo nuevo y lo desconocido. Cuando estudiaba, en la Escuela siempre nos daban todas las facilidades para venir hasta acá, y conocer gente, hacer contactos, ver cine y reflexionar audiovisualmente sobre lo que observábamos y estábamos aprendiendo”, explica el joven realizador a El Mostrador Cultura+Ciudad.

 Sin fecha de estreno comercial en las salas , La sombra del roble fue recibida con entusiastas aplausos por el público que acudió a su premiere en la Aula Magna de la Universidad Austral. Protagonizada por los actores Julio Jung, Daniel Candia y Vicente Almuna, se trata de un drama intimista y familiar, que analiza la decadencia de los vínculos afectivos de un grupo humano, signados por la muerte de la madre, y la decrepitud mental y psicológica del patriarca, el abuelo del clan (Jung).

Es una película emotiva, que deja pensando y cuyo lenguaje cinematográfico (encuadres cerrados, primeros planos y una cuidada composición de los elementos plásticos), resultan atractivos no sólo por el brillo “oscuro” de la luz, sino que también por el manejo experto y la fluidez con que la dirección, hace uso de esos factores: la continuidad narrativa, y la hondura dramática de sus personajes, describen, igualmente, un libreto “desarrollado” y escrito con ciertas pretensiones literarias.

“La trama del guión (redactado por Michelle Redon y Paloma Miranda) está basada en mi historia familiar: somos muchos hombres y pocas mujeres en mi casa, y existe una relación estrechísima entre mi abuelo, mi padre y yo. Y mi tata falleció de Alzhéimer, como el personaje que encarna Julio Yung. Por eso las reacciones sensitivas de la gente, después de verla, porque se trata de un conflicto latente en muchos hogares, donde las relaciones entre los padres y los hijos no son las mejores, y donde la disfuncionalidad se impone a veces como patrón de conducta y de convivencia”, analiza Saldivia para este magazine.

Esperanzado en lo que pueda suceder con su filme, luego de Valdivia, el realizador se confiesa: “De aquí depende todo”.

Un cuento chileno de la segunda guerra mundial

La periodista y directora de cine de animación, Vivienne Barry Onfray (68), desde que tiene memoria, ha vivido marcada por la desaparición temprana de su padre, el también periodista Carlos Barry Silva, fallecido recién a los 40 años de edad, por un infarto al corazón (1958).

Desde esa experiencia personal, que ella define como de “pérdida y abandono”, y del viaje que una delegación chilena de periodistas emprendió al imperio del sol naciente, en plena Segunda Guerra Mundial (la que además de su progenitor, integraban los reporteros Mario Planet, Rodrigo Aburto, Augusto Iglesias, Jorge Vial y Gustavo Labarca), la autora ha filmado su primer largometraje documental: Atrapados en Japón (2015).

Traductor japonés, Carlos Barry, Mario Planet , Augusto Iglesias

Traductor japonés, Carlos Barry, Mario Planet , Augusto Iglesias

La obra mezcla en su montaje procedimientos propios del stop motion (la especialidad de Vivienne Barry), secuencias documentales desconocidas del conflicto (protegidas por universidades norteamericanas), voces en off, recortes periodísticos de la época, bibliografía escrita por uno de los miembros de la delegación, y escenas en donde se retrata a la misma realizadora, en la indagatoria por los lugares que recorrió su padre en el Lejano Oriente (Japón y la Manchuria, en China), rastreando su pista, siguiendo sus huellas, sus apuntes, sus señas de identidad, las de él, y las propias.

“Esta pieza es un collage de lenguajes audiovisuales, y su temporalidad se encuentra alterada, por decirlo de alguna manera: voy desde el presente al pasado, y así sucesivamente, pero creo que mi propuesta se entiende bien. Es una historia muy personal, que a mí me marcó mucho como fue perder a mi padre cuando era sólo una niña, pero creo que su sentimentalidad interpreta a mucha gente afectada por el despojo, el abandono, por la orfandad afectiva y familiar. Pero también, el documental, aborda un episodio desconocido en la historia del periodismo nacional y en la de Chile, como fue el intento del Japón por seducir a nuestra sociedad, y tratar de a ganarse a nuestro país como plataforma de ingreso a Sudamérica, en su estrategia expansionista”, afirma Barry Onfray.

Sobre su participación en la versión 22° de Ficvaldivia, la directora señala: “Espero que esto sea el comienzo de muchas buenas cosas para la película, pues con el impulso que obtenga aquí, espero llegar al Festival de Cartagena en Colombia”, manifiesta.

Aún sin fecha de estreno en el circuito comercial, Atrapados en Japón se exhibirá hoy miércoles, nuevamente en la Aula Magna de la Universidad Austral (13:30 horas).

 

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