Alfredo Olmedo, un político populista del norte argentino, tiene un largo historial de polémicas, como cuando envió un proyecto de ley para crear baños para homosexuales, o cuando quiso instaurar la educación católica obligatoria en las escuelas.
El diputado por la Provincia de Salta (norte), Alfredo Olmedo, es uno de los miembros más polémicos del Congreso argentino. Hijo del «Rey de la soja» (su padre fue el mayor productor del país) y todo un caudillo en su zona, Olmedo ha sido acusado de homofobia, infidelidad, y ahora de racismo.
Ayer en un programa del canal de noticias C5N, el político salteño dijo estar de acuerdo en todo con el actual Presidente de los Estados Unidos Donald Trump, y que apoya su veto migratorio que impide la entrada de inmigrantes de siete países de mayoría islámica. Pero fue más allá, y cuando hablaba de la realidad local argentina Olmedo propuso una idea peculiar: «Hay que hacer un muro en la frontera» dijo, respecto a la frontera que la Argentina comparte con Bolivia. «Si no se puede levantar un muro de material, se debe hacer uno virtual (…) Conozco muy bien la frontera con Bolivia y si bien el pueblo boliviano es muy trabajador y lo respeto mucho, quiero que el delincuente se quede del otro lado» aseveró.
Estas declaraciones se dan en un contexto de debate a nivel nacional sobre la política migratoria, que ha motivado incluso un endurecimiento de parte del gobierno de Mauricio Macri respecto al tema. Recién el lunes el Presidente firmó un decreto que aumenta la vigilancia fronteriza e impide el ingreso y acelera la deportación de extranjeros con antecedentes penales.
El diputado Olmedo tiene un largo historial de polémicas y un claro perfil populista. Propuso la castración química como castigo a los violadores y abogó por la educación católica obligatoria en las escuelas (en un país con poblaciones judías, protestantes, ortodoxas y musulmanas considerables). Llegó a oponerse al matrimonio igualitario con la frase «Yo tengo la mente cerrada y la cola también». Luego presentó un proyecto de ley para crear baños especiales para homosexuales. Así mismo en otra oportunidad dejó en claro su orgullo de ser heterosexual: «Así como hay personas que están orgullosas de ser gay yo estoy orgulloso de ser hombre».
La República Argentina comparte frontera con Bolivia desde la región de la Puna -donde ambos países también limitan con Chile- hasta el Chaco, una región geográfica tropical que comparten las dos naciones además de Paraguay. La zona es sede de un intenso comercio binacional, pero también de contrabando y tráfico de drogas y personas.
