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La necesidad de investigar



Actualmente, los esfuerzos se dirigen a encontrar una cura definitiva para el cáncer y ha encontrar, lo más rápido posible, el modo de torcerle la mano al Sida y a un sinnúmero de nuevas enfermedades.



¿Cómo se hace esto? A través de la investigación, estudios, transferencia científico-tecnológica y ensayos clínicos. Desde hace siglos, la investigación ha sido la única forma de avanzar en el tratamiento de los distintos desafíos médicos con los que nos hemos enfrentado.



Sin embargo, en nuestro país se suele ignorar que tras la invención de un nuevo fármaco hay una fuerte y necesaria inversión. Comprender el trabajo detrás de cada uno de estos compuestos es vital para apoyar a aquellos que realizan esfuerzos constantes para darnos una mejor calidad de vida.



Más de US$ 15 millones se invirtieron en nuestro país en estudios clínicos durante el 2001, cifra que muestra un incremento del 13,3% respecto del año anterior. Estos 15 millones de dólares se han constituido como un aporte real a las universidades, hospitales clínicos y centros de investigación, que han recibido beneficios derivados tanto de la transferencia científico-tecnológica como de equipos e insumos médicos que quedan en estos lugares tras la realización de los estudios. El número de clínicas, hospitales y otras entidades que se beneficiaron con estas inversiones aumentó en un 60,8% durante el 2001.



Cada año, la industria farmacéutica produce entre 30 y 50 nuevos medicamentos. Durante 1999 y 2000, las compañías farmacéuticas de investigación agregaron 100 nuevos medicamentos innovadores a las listas farmacológicas mundiales, incluyendo importantes tratamientos para enfermedades como el cáncer, el Sida, el mal de Alzheimer, la disfunción eréctil, anticoncepción, el colesterol elevado, el dolor y la inflamación. Actualmente, se encuentra investigando 98 nuevos medicamentos para el Sida y patologías asociadas, incluyendo 14 vacunas.



Un ejemplo claro de lo que se puede alcanzar tras años de investigación lo constituye la píldora anticonceptiva. 40 años después de su invención, la píldora anticonceptiva es utilizada por 100 millones de mujeres en todo el mundo.



Desde la primera investigación del sistema reproductor femenino -llevada a cabo por el ginecólogo vienés Emil Knauer en 1890- cientos de científicos han invertido tiempo y recursos en su perfeccionamiento. Recién en 1921 nace la idea de inhibir la ovulación a través de hormonas sexuales cuando el fisiólogo austriaco, Ludwig Haberland, implantó los ovarios de ratas preñadas en animales sexualmente maduros. Pero, no fue sino hasta 1961 que un laboratorio alemán dedicado a la salud de la mujer comenzó la comercialización de los anticonceptivos. Desde ese entonces, se ha convertido en el método de planificación familiar más usado en 78 de 150 países.



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Tabla anexa





* Miembro de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología, de la Sociedad Chilena de Climaterio y de la International Menopause Society

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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