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Santiago pierde parques públicos


¿Se imagina usted a un gran urbanizador, quien siendo a la vez regidor y alcalde y gracias a sus amistades, contactos y a su propia autoridad, junto a vacíos, omisiones y resquicios, se adueñara del Parque Forestal y del Cerro Santa Lucía, sin ninguna compensación para la ciudad, de manera que algunos años después empezaran a aparecer torres de edificios en el Parque Forestal y casas en el Parque del cerro Santa Lucía?



Imposible, absurdo diría usted, eso no puede ocurrir en Chile, ¿no es así?



Pues bien, los parques son un agrado y una necesidad para los habitantes de una ciudad. No sólo sus frondosos árboles dan sombra en el verano, sino también la fotosíntesis de las masas vegetales entrega beneficios al absorber gases de combustión y de liberar oxígeno. Las áreas verdes son cada día más importante en un mundo preocupado por el calentamiento global y sus consecuencias en la vida de quienes habitamos este mundo.



Los hermanos Manuel y Narciso Goycolea Espoz heredaron tres fundos en 1932, todos ellos convertidos hoy en barrios de la comuna de Vitacura. La Ley de Urbanismo y Construcciones estipula que al cambiar suelo agrícola por lotes urbanos se debe ceder a la municipalidad respectiva un 7% de la superficie de ellos para la futura creación de parques públicos. Fue así que los fundos Lo Castillo, Lo Gallo y Lo Recabarren dieron origen al Parque Las Américas, al Parque Lo Gallo y al Parque Quebrada Agua del Palo, respectivamente.



Ayuda a entender lo anterior este párrafo tomado del acta de la municipalidad de Las Condes, de la sesión del 25 de Abril de 1944 en donde se lee «El Director de Obras Municipales don Pedro Mira Fernández observa : declara zona verde obligatoria, incluyendo en el plano, la faja de terreno correspondiente al lecho del río Mapocho, con un ancho variable de 300 metros aproximadamente.» Esto explica porqué cabían parques en el espacio ocupado de cuando en cuando por el río.



Asimismo calza perfectamente con un oficio del 12 de Abril de 1996, del director Regional de Vialidad Metropolitana del MOP, quien declara que es zona recurrentemente inundable el sector comprendido por la franja de los terrenos riberanos entre la prolongación de calle Tabancura al puente Centenario, con un ancho medio de 400 metros aproximadamente. Además el señor Antonio Rabat, ex alcalde de Las Condes, me ha dicho que él se acuerda haber cruzado en 1932 con su padre por un antiguo puente de madera donde hoy está el puente de Lo Curro. El ancho del río en ese punto era de 400 metros y el agua bajaba en tres brazos independientes y había muchísimos areneros trabajando dentro de él.



Por lo tanto, el Parque Las Américas y el Parque Lo Gallo fueron «rescatados» del cauce del río después de la crecida de 1982 cuando el MOP inició un angostamiento del espacio de 300 a 400 metros a reducidos 60 metros. Estas defensas contra las inundaciones fueron construidas básicamente en la comuna de Vitacura en dirección hacia El Arrayán.



Existen fotografías de vuelos de la Fuerza Aérea y del Ejército que pueden aclarar muchas dudas sobre este tema. Ellas han sido tomadas durante varias décadas y se las ofrecimos a funcionarios del MOP en su momento, con ocasión de sus tratativas con privados que ampliaron de hecho sus predios a raíz del angostamiento de la caja del río.



El remolón Fisco no inscribió a su nombre los territorios ganados al río con fondos de todos los chilenos y por ello existen 2 puentes terminados en Vitacura y Lo Barnechea, que no pueden utilizarse por problemas que se ventilan en los tribunales a raíz de demandas de privados que dicen ser dueños de esos terrenos.



Situaciones irregulares en Fundo Lo Gallo



Este fundo fue medido y tasado en 1852 cuando se llamaba Manquehue, a pesar de estar al sur del río y estaba compuesto por tres hijuelas con un total de 197 hectáreas. Al urbanizarse, el 7% de la cesión legal correspondió a unas 14 hectáreas que formarían el Parque Lo Gallo, cedido a la Municipalidad de Las Condes para cumplir con la ley vigente. La cesión no se inscribió en el Conservador de Bienes Raices y años después la misma Municipalidad de Las Condes autorizó su urbanización a un privado(sic).



En el acta de la sesión del 5 de Mayo de 1955 de la Municipalidad de Las Condes se lee: Se acuerda aceptar la entrega que hacen los señores Manuel y Narciso Goycolea de una parte de la avenida Américo Vespucio y de los terrenos de la caja del río destinados a parques públicos, entre las calles Luis Carrera y la propiedad del Agua Potable: hoy, desde el Club de Bridge hasta la calle El Manantial en Vitacura altura 10.000. Esto incluye, entre otros, al sector norte del Club Sport Francés y al Parque Lo Gallo.



El Parque Lo Gallo aparece como área verde en el plano oficial de urbanización de Las Condes de 1945, ratificado por el Plan Intercomunal de Santiago de 1960 y por el Plan Regulador Metropolitano de Santiago de 1994. A partir de 1995 varias empresas constructoras empiezan a levantar torres de edificios de departamentos en el extremo oriente del parque. Al reclamo efectuado donde el Seremi de Vivienda y Urbanismo se unen numerosos residentes en el sector. La Junta de Vecinos A-11 de
Vitacura inicia un juicio por «Daño Ambiental», gracias al trabajo voluntario de un prestigioso abogado, el que se pierde en los Tribunales. Hace algunos meses la Inmobiliaria Simonetti ha iniciado edificios en el extremo poniente del parque y ha anunciado que en el plazo de ocho años habrá terminado de «desarrollar» dicha área verde



Fundo Lo Recabarren



Este fundo fue comprado en 1866 con los siguientes límites: Por el norte con El Salto, por el sur con el Río Mapocho que lo separa de «Lo Arcaya» y de «Lo Castillo», por el oriente con el fundo Santa Adela de Manquehue y por el poniente con Conchalí. La propiedad medía 100 hectáreas planas y 300 de cerros. Al urbanizarse el 7% de este predio, unas 28 hectáreas formarían el Parque Agua del Palo, cedido en actas municipales para la formación de un parque público, el que nunca se inscribió en el Conservador de Bienes Raíces y que posteriormente, por falta de control público, se le vendió a un tercero.



Transcribo tres párrafos de la sesión municipal de Las Condes del 29 de Mayo de 1947 : «Parque Nacional » El regidor señor Braun hace presente la necesidad de crear en la comuna un Parque Nacional que sirva de entretención y paseo a los habitantes de la capital. El Alcalde manifiesta que existía la idea de hacerlo en el lecho del río Mapocho, el señor Goycolea dice que en la Parcelación de Lo Castillo figura como aporte para la Municipalidad la caja del río que podría entregar arborizada
y solicitar igual cosa de los demás vecinos. El Alcalde agradece al señor Goycolea su ofrecimiento y dice que se dejará constancia en la escritura de cesión que suscriban y citará a los urbanizadores de los predios vecinos para que adopten la misma determinación».



El señor Braun insinúa la idea que el señor Manuel Goycolea entregue el sector denominado «Agua del Palo «. El señor Goycolea manifestó que ese era el fin que le había guiado al conservar esa quebrada y sería una realidad la aspiración del señor Braun el día que loteara el fundo Lo Recabarren.



La Corporación le pide que presente un anteproyecto de urbanización de Lo Recabarren, para poder hacer una realidad la creación de este parque. Le pide al abogado que prepare la escritura correspondiente de la entrega de la caja del río en lo que corresponde a Lo Castillo.



Transcribo otros tres párrafos de la sesión del 23 de Diciembre de 1954:



«Los señores Manuel y Narciso Goycolea ceden parte del Cerro Manquehue. El regidor señor Goycolea, en nombre propio y de su hermano Narciso, comunica que han determinado ceder gratuitamente a la Ilustre Municipalidad la parte del Cerro Manquehue denominado Agua del Palo. El señor Alcalde agradece esta valiosa donación, que por haberse conservado con sus árboles naturales es hoy tal vez el paraje más bello de Santiago. Se acuerda aceptar la donación y destinar este predio a parque público con exclusión de cualquier otro fin. La parte de terreno que se entregará considerada como cumplimiento a la obligación de cesión de un porcentaje de terreno, una vez que se pida autorización para lotear esa propiedad. Se designa al Tesorero Comunal para que firme la escritura correspondiente».



A escalar el Cerro Manquehue



Muchos habitantes de esta ciudad, entre los que me cuento, hemos subido a la cumbre del cerro en cuestión. Es un hermoso paseo para la mañana de un sábado o domingo. Esta maravilla para los excursionistas era parte del fundo Santa Adela de Manquehue, el que fue vendido en 1932. La vega o terrenos aprovechables eran en dicho año un gran pedregal por donde el río había pasado por siglos. El fundo medía 506 hectáreas y el señor Rabat padre, plantó una viña de 90 hectáreas donde antes había piedras. Varias décadas después aparece el barrio Santa María de Manquehue en dichos espacios agrícolas.



Parte del 7% de cesión se usó para levantar un magnífico separador de calles que cruza toda la urbanización. Allí hay árboles, arbustos, pasto, etc . El saldo está en la parte alta del Cerro Manquehue que cuenta con tres accesos. Por el colegio St George, por la quebrada Agua del Palo y por los sectores más altos de Lo Curro.



El 13 de Diciembre del 2002 el Ministro de Vivienda y Urbanismo llegó en helicóptero a la cima del cerro Manquehue donde dio una conferencia de prensa a la que asistieron entre otras personas, el alcalde de Vitacura y la alcaldesa de Lo Barnechea. Anunció la próxima entrega al público del nuevo parque de 300 hectáreas, al que se podría acceder por el parque Quebrada Agua del Palo y por La Pirámide.



Los trabajos de habilitación de los senderos se iniciarían antes de tres meses y la primera etapa estaría entregada el año 2003.



Pasan los meses, pasan los años y nada se sabe del nuevo parque.



¿Será que alguien le está doblando el brazo, nuevamente, al Ministerio de Vivienda y Urbanismo, para que no se cumplan sus ofrecimientos?



Fundo Lo Curro



Este fundo de 350 hectáreas se extendía desde los márgenes del Mapocho hasta el deslinde con La Dehesa y fue urbanizado en la década de los años cuarenta. A una altura cercana a los 1.300
metros sobre el nivel del mar, se encuentra un frondoso parque natural de boldos y pataguas y demás árboles autóctonos de la región central de Chile denominado «Parque Residencial
Manquehue» entregado al público por decreto del ejecutivo, previas las autorizaciones de Obras Públicas y Municipales. El parque debería medir 24, 50 hectáreas y podría apostar que encontrar los documentos que dieron origen al parque es una tarea digna de un Sherlock Holmes criollo.



Conclusión



Insto al sector público a que fiscalice el cumplimiento de las cesiones a los loteadores para terminar con las burlas que he dado a conocer.



Hernán Larraín Ch., miembro de la Agrupacion «Defendamos la Ciudad».

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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