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Cínica  descentralización

Por: Profesor Juan Antonio Sandoval, ex alcalde P.Montt


Señor Director:

De vez en cuando nuestras autoridades regresan con el tema de la descentralización. Las opiniones son diversas y altruistas, pero ahí no más quedan. Al baúl de lo prescindible.

Aceptando los diagnósticos de los académicos estadounidenses Doren Acemugla y James A. Robinson en su libro “Por qué fracasan los países”, de editorial Planeta, tenemos claro que el nuestro está a años luz de ser desarrollado, no tanto en lo económico, sino por una débil cultura, herencia de nuestros conquistadores. Desde el analfabeto de Diego de Almagro hasta bien entrada nuestra independencia, poco se hizo para fortalecer valores de ciudadanos íntegros. Siempre en busca de la ganancia fácil, con el menor esfuerzo. Todo el historial de corrupciones, que ocupa las primeras páginas de diarios y noticieros diversos durante todo este año, nos dan la razón.

En lo de la descentralización el cinismo es mayúsculo. En regiones debemos aceptar candidatos a parlamentarios enviados por las cúpulas centrales. Con tinterilladas como tener arrendada una vivienda u otras parecidas, llegan y son electos. No porque sean superdotados o grandes tribunos, sino porque manejan cualquier recurso para contratar decenas de operadores, vehículos, propaganda con la que cubren calles y caminos rurales. Para qué hablar de lo que gastan en los medios de comunicación. ¿Y de dónde salen esos recursos? Ya todos lo sabemos: vergüenza nacional. Además, como estos personajes son parte de la dinastía de palacio, a los caciques locales les consiguen créditos blandos en CORFO, INDAP y hasta en Banco Estado. También pitutos, para ellos y sus parientes. Así muy pocos dirigentes provincianos, por muy profesionales y preparados que sean, no pueden competir.

Otro cuento es mantener el Congreso en Valparaíso. Más de un cuarto de siglo que estamos en democracia y nadie se atreve  contradecir el capricho del difunto dictador. Todos los parlamentarios gestionan y atienden su clientela en Santiago, hasta los de la V Región. ¿Alguien se ha dado el trabajo de calcular cuánto se ha despilfarrado en estos 25 años en cientos de viajes diarios a Valparaíso, no sólo de los mismísimos parlamentarios, de sus ayudantes, de autoridades del ejecutivo?  Vehículos, conductores, combustible, peajes. Platas de todos los chilenos, que bien podrían servir para evitar que los pobres madruguen en hospitales y postas o esperen años para un tratamiento.

El Transantiago lleva derrochado más de diez mil millones de dólares. Cuanto más se gasta en construir y prolongar nuevas líneas del Metro. Y en provincia nadie dice nada. El tren al Sur sigue durmiendo y la Empresa Naviera que nos conecta hasta Punta Arenas no es la estatal y acogedora de antaño.  Las autoridades locales son obedientes al ejecutivo que los nombra y a los caudillos que han llegado de Santiago. Los parlamentarios cobran, y cuando se cansan de ser reelectos, desaparecen de la región y de ellos nunca más se supo.

Si alguna vez hay intención seria de descentralizar, empecemos por la equidad en los presupuestos de inversión. No olviden nuestras autoridades que han sido electos para hacer un manejo adecuado y honesto de los bienes de todos. De las platas que hasta el más humilde poblador entrega a diario a través de los numerosos impuestos, más ahora que todos aterrizan y hablan de realismo, que las gestiones de gobierno han estado equivocadas y que vamos dando tumbos y alejándonos cada vez más del desarrollo.

 

 

                                               Prof. Juan Antonio Sandoval

                                                         Ex alcalde P.Montt

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