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A propósito del Maratón de Santiago 2016

Por: José Miguel Cid Baeza


Señor Director:

A propósito del Maratón de Santiago, y su éxito a nivel de “el mayor evento deportivo en Chile” y en medio de todo tipo de algarabía y de las emociones cardíacas a flor de piel que produce esta verdadera fiesta del deporte en sociedad. Y como un participante más, que disfrutó del correr por las calles de Santiago y de todo lo que fue el evento, es que quiero elevar mi voz de alerta y de reclamo hacia el equipo directivo de la organización del evento.

El reclamo tiene que ver que con una situación no menos importante y que tiene especial relevancia para todos los corredores y las corredoras que hacemos de esta fiesta, la más grande en su tipo, en nuestro país… Y aún más, refleja una imagen retrasada de lo que es nuestra sociedad, una sociedad que quiere llegar al primer mundo, pero que con estas situaciones dejan entrever lo poco que hemos avanzado en ese camino.

La medalla de finalista del Maratón de Santiago, en la versión del presente año, – y en comparación con las anteriores – a primera vista parece ser la más estética, la mas bonita, la de mejor diseño. Sin embargo faltó solo un momento de observación para catalogarla como la peor de todas.

Falta de tino, negligencia, falta de profesionalismo,exclusión, machismo, son muchos los calificativos con lo que podemos valorar la falta de visión de género que produjo la decisión de no incluir en las medallas al género femenino.

En fin, parece el diseño de una medalla de los albores del 1900 sacada de internet, época de una sociedad retrógrada, cuando las mujeres ni siquiera tenían el derecho a alzar la voz, menos a correr por gusto.

José Miguel Cid Baeza

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