Señor Director:
La senadora Van Rysselberghe afirma que su oposición al proyecto de Ley de Identidad de Género se basa en que “los adolescentes no tienen la madurez necesaria para tomar esta decisión y no estoy a favor que ésta se tome con la autorización de los padres, ya que serían terceros los que determinen por ellos”.
¿No es acaso potestad de los padres y madres tomar las decisiones necesarias para velar por el mejor desarrollo de los niños?, ¿no llevan al médico a sus hijos cuando están enfermos?, ¿no deciden ellos a qué colegio asistirán, buscando su mejor educación?, ¿no se espera que adecúen su dieta si los niños presentan alergias?, ¿no deben ellos ofrecerles terapias si sus hijos tienen algún tipo de discapacidad?, ¿no los llevan al dentista, al oculista, al ortopedista?
Entonces, quisiera preguntar ¿por qué los padres no son los indicados para apoyar el género sentido de sus hijos e hijas trans?, ¿por qué en lugar de ser padres pasamos a ser “terceros”? Los niños, niñas y adolescentes trans chilenos no pueden seguir esperando, porque para cuando tengan 18 años el 84% de ellos ya habrá intentado suicidarse. ¿No es posible que sus padres podamos creerles cuando nos dicen «soy trans y necesito ayuda y respeto», así tengan 15, 12, 8 o 5 años? ¿No es absolutamente esperable que seamos nosotros quienes los apoyen y respalden?
Javiera Setz
Fundación Renaciendo
