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Homofobia en una Latinoamérica desigual

Por: Felipe Carreño Toledo


Señor Director:

Recientemente Suiza ha declarado los actos de homofobia y transfobia como ilegales. Ya que son prácticas que la ciudadanía ha considerado inaceptables. Mientras tanto en nuestro lado del mundo, se cierne una sombra peligrosa, Bolsonaro, un personaje destacado por sus frases machistas, homófobas y racistas. Pero nosotros no estamos tan alejados, veamos nuestro país, una nueva mayoría con Sebastián Piñera como presidente, apoyado por un partido reconocido por estar en contra de las leyes de identidad de género, matrimonio igualitario y con miembros defensores de la dictadura. ¿Cómo es que salen electos personas con mensajes de odio y discriminación? y ¿cómo en países “desarrollados” (término indiscutible en el caso de Suiza) ya han pasado página con el tema y avanzan en estas problemáticas? Educación, simple y sencillo, enseñar, practicar y debatir valores. En Suiza no está en discusión la educación gratuita, porque ya existe, porque es fundamental para una sociedad, cultivar el conocimiento. Qué extraña coincidencia es que el Chile de Piñera y el Brasil de Bolsonaro estén entre los países con mayor desigualdad económica del mundo, con sistemas educativos deficientes y con multitudes de detractores al movimiento LGTBI. Mientras, países que apuestan por una educación igualitaria y por el desarrollo social, han olvidado e ilegalizado pensamientos del medievo plagados de odio y prejuicios. No se puede avanzar al desarrollo solo en materia económica, dejando en la ciudadanía un rastro de ignorancia.

Felipe Carreño Toledo
Estudiante Periodismo Universidad de Santiago de Chile

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