El viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales afirmó que el líder opositor, Jorge Quiroga, debe dar una explicaciones en torno a los hechos de violencia.
El Gobierno de Evo Morales «lamentó» hoy la muerte de un joven el sábado en Sucre, en los disturbios causados por la forma en que fue aprobada una nueva constitución boliviana, y pidió una «investigación imparcial» para determinar responsabilidades.
Según la agencia estatal ABI, portavoces del gobierno de Morales insistieron en que «por ninguna razón se instruyó a la Policía el uso de armas de fuego letales, pues no es la lógica de esta gestión gubernamental la violencia».
El viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Sacha Llorenti, responsabilizó de la violencia en Sucre, que siguió durante la noche, a la ultraderecha liderada por el ex presidente conservador Jorge «Tuto» Quiroga.
Según ese funcionario, Quiroga, líder de la mayor alianza opositora, Poder Democrático y Social (Podemos), «debe responder una serie de interrogantes en torno a la violencia ejercida contra los constituyentes».
Según la Cruz Roja y otras fuentes de Sucre, capital oficial pero no efectiva de Bolivia, pues el gobierno y el parlamento están en La Paz desde 1899, en los disturbios murió el abogado Gonzalo Durán Carrazana, de 29 años, por impacto de bala en el pecho, y hubo más de cien heridos y lesionados entre el viernes y el sábado.
Fuentes del Hospital de Santa Bárbara, de Sucre, revelaron hoy que sólo en ese centro atendieron el sábado a 77 heridos, uno de los cuales está muy grave, en coma, con una herida de bala en la cabeza.
A dos más hubo que amputarles miembros, por explosiones con dinamita, y otro perdió un ojo.
Según emisoras de Sucre, los manifestantes sacaron a hombros de la morgue durante la noche el féretro de Durán, con la intención de recorrer con él las calles del centro al grito de «Evo, asesino», hasta que la policía interrumpió la marcha lanzando gases lacrimógenos.
«Condenamos este tipo de sucesos y esperamos que haya investigación independiente para determinar responsabilidades. Hubo un asedio constante contra la Constituyente, que terminó una parte importante de su trabajo, que es la aprobación en grande de la Constitución», afirmó el viceministro.
Morales «está muy preocupado» por lo ocurrido en Sucre, aseguró, por su parte, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
La oposición rechazó la nueva Constitución aprobada por los partidarios de Morales, argumentando que se ignoró a medio país, ocurrió «bajo fusiles», en un cuartel militar, y con «sangre en las calles».
Quiroga tildó de «vergonzosa teatralización» la sesión de la Asamblea Constituyente en la que el Movimiento al Socialismo (MAS) aprobó la nueva Carta Magna, recluida en un cuartel y en ausencia de representantes de la oposición.
El partido de Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS), aprobó el nuevo texto sin leerlo, a mano alzada, con el voto de 136 de los 138 asambleístas presentes (de 255 elegidos en 2006).
EFE
