Mandataria electa destacó que el Parlamento actual terminó «con la cultura de la impunidad», al declarar la nulidad en 2003 de las denominadas «leyes del perdón».
La senadora argentina Cristina Fernández afirmó que deja un Parlamento «prestigiado por el voto y valorado por la sociedad», al renunciar hoy a su banca como senadora para asumir la presidencia del país el próximo 10 de diciembre.
En una ceremonia a la que acudió el presidente argentino, Néstor Kirchner, la mandataria electa destacó que el Parlamento actual terminó «con la cultura de la impunidad», al declarar la nulidad en 2003 de las denominadas «leyes del perdón» que beneficiaron a represores de la última dictadura militar (1976-1983).
En su breve discurso dijo que el Legislativo todavía «debe a los ciudadanos» una ley para que los jueces paguen un tributo a los ingresos.
«Esta es una deuda que tiene la democracia. Se trata de un concepto que supera lo económico porque indica en qué sociedad, en qué país y en qué país se aspira a vivir», subrayó Fernández, quien fue elegida senadora en los comicios legislativos de 2005.
Tras aceptar la renuncia de Fernández, el presidente del Senado, Daniel Scioli, tomó juramento al sustituto de la primera dama, el ex embajador argentino en Francia Eric Calcagno, así como a los 24 legisladores electos en los comicios generales del 28 de octubre pasado.
Con la nueva conformación del Senado, el oficialista Frente para la Victoria (FPV) no solo tendrá quórum propio (42 de los 72 miembros del Senado), sino que con sus aliados llegará a 47 votos, uno menos de los necesarios para alcanzar la mayoría calificada de dos tercios que permite aprobar leyes especiales.
La primera minoría en el Senado seguirá en manos de la Unión Cívica Radical (UCR), que se reducirá a ocho escaños debido al alejamiento de los denominados «radicales K», por su afinidad con Kirchner, quienes constituirán un bloque propio aliado al FPV.
EFE
