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Navarrete advierte que un fracaso del oficialismo producirá un quiebre que enfrentará a los dos proyectos que conviven en el sector Ante adverso escenario en las próximas elecciones

Navarrete advierte que un fracaso del oficialismo producirá un quiebre que enfrentará a los dos proyectos que conviven en el sector

“Los hijos de la derecha, y no lo digo sólo en sentido metafórico, parecieran querer reivindicar una alternativa política que sepulte definitivamente los lastres históricos que les han impedido desplegar su mayor potencial, abrazando la causa de un liberalismo más igualitario, que no sólo pone el acento en la libertad política y económica, sino también en la justicia social”, explica.


El abogado y analista político, Jorge Navarrete, advierte que ante el fracaso que tendría la derecha en las próximas elecciones del 17 de noviembre, es “probable que al interior de dicho sector se verifique un cisma de proporciones, el que inevitablemente enfrentará a los dos proyectos que han luchado por monopolizar la hegemonía de la Alianza por Chile”.

Así lo expone en su columna en La Tercera, en donde sostiene que la votación del oficialismo podría ser la peor desde que se recuperó la democracia, por lo que “de confirmarse la magnitud de la tendencia, es probable que al interior de dicho sector se verifique un cisma de proporciones, el que inevitablemente enfrentará a los dos proyectos que han luchado por monopolizar la hegemonía de la Alianza por Chile”.

Navarrete sostiene que algunos dirigentes políticos históricos como Jovino Novoa, Pablo Longueira, Evelyn Matthei, Joaquín Lavín o Andrés Chadwick, tendrán que dar un paso al costado y ceder a otros un mayor protagonismo e influencia, mientras que otros, como Andrés Allamand y Laurence Golborne, “decidirán su futuro en la elección senatorial del próximo 17 de noviembre, cuestión que será especialmente relevante para el personal proyecto de volver a La Moneda que ha insinuado Sebastián Piñera”.

Sin embargo, explica que hasta ahora hay un sector dentro de la derecha que ha sido “menospreciado” y cuya visibilidad tenderá a notarse luego de las elecciones, “me refiero a la nueva generación de dirigentes al interior de la derecha. Y aunque si por edad se tratara el gremialismo sigue contando con un significativo número de diputados y senadores que no superan los 50 años, lo más interesante pareciera estar en aquel elenco que no ha querido heredar las taras del pasado y, muy por el contrario, intentará construir su alternativa en confrontación con los viejos dogmas de su familia política de referencia”.

“Los hijos de la derecha, y no lo digo sólo en sentido metafórico, parecieran querer reivindicar una alternativa política que sepulte definitivamente los lastres históricos que les han impedido desplegar su mayor potencial, abrazando la causa de un liberalismo más igualitario, que no sólo pone el acento en la libertad política y económica, sino también en la justicia social”, explica.

Y añade que “¿hay cabida para dicha pretensión en las huestes oficialistas? Ciertamente que no, por lo que la resolución de este conflicto será turbulento y poco virtuoso. La prueba de fuego que enfrenta la novísima camada de la derecha no sólo consiste en mostrar coraje para librar esta batalla, sino también en reconocer cuando la convivencia se haga insostenible y, todavía más difícil en ese instante, tener la honestidad política y moral para iniciar su propia ruta, sin la comodidad de los padrinos o subsidios que los han cobijado hasta la fecha”.

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