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Los hombres de Ezzati: la semana más compleja para el cardenal PAÍS

Los hombres de Ezzati: la semana más compleja para el cardenal

Alejandra Carmona López
Por : Alejandra Carmona López Co-autora del libro “El negocio del agua. Cómo Chile se convirtió en tierra seca”. Docente de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile
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Ricardo Ezzati se ha quedado bastante solo, sin embargo, en este tránsito lo han acompañado nombres ligados sobre todo a los sectores más confesionales. Uno de los lazos más fuertes es con el empresario Ernesto Corona, quien fue director de Radio Chilena, la emisora que el Arzobispado de Santiago administró durante años. También la colonia italiana en Chile y una parte de la DC han sido el apoyo del sacerdote en sus momentos más oscuros, como este martes, cuando declare como imputado ante el fiscal Emiliano Arias por encubrimiento. [ACTUALIZADA: ver N de la R al final de esta nota]


Cuando mañana el arzobispo Ricardo Ezzati se enfrente a las 15:00 horas con el fiscal Emiliano Arias como imputado por encubrimiento, no estará solo. Miles de ojos se posarán sobre el cardenal que llegó en 1959 para ingresar al noviciado de la Congregación Salesiana en Quilpué y que, con esto, se convierte en uno de los hombres en la primera línea de la Iglesia católica chilena en declarar por las decenas de abusos impunes cometidos por religiosos.

Nació en Vicenza, Italia, pero buena parte de su vida religiosa la ha vivido en Chile. Por ello, ese martes, no solo los detractores estarán pendientes de sus declaraciones, también los cercanos y amigos que le han dado contención y han sido su soporte desde que empezó a caer hacia un precipicio vertiginoso, donde aún no se ve el final.

Dentro de la Iglesia católica se está quedando cada vez más solo. Algunos se han molestado por la forma fría de estar al frente de la institución, por  el modo de tratar los casos de abusos o la manera en que dejó de sostener –aunque ya no tenía otra salida– al obispo Juan Barros después de la cita de los obispos de la Conferencia Episcopal con el Papa en Roma.

Sin embargo, más allá de la Iglesia, hay un círculo de poder y amistad que se mantiene y no lo deja caer.

Amistad italiana

Entre los amigos más poderosos de Ricardo Ezzati se encuentra Ernesto Corona Bozzo, un empresario que ha sabido moverse estratégicamente en los medios de comunicación e, incluso, ha sido reconocido por ello, como cuando recibió la medalla “Francisco Bilbao Barquín”, por su destacada participación en la defensa de la “libertad de expresión», de manos de la Gran Logia.

Los vínculos de Corona con los medios son antiguos y, por ello, el año pasado asumió la presidencia anual de la Federación de Medios de Comunicación Social de Chile (FMCS), que reúne a las tres principales entidades gremiales del área: la Asociación Nacional de Televisión (Anatel), la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) y la Asociación Nacional de Radiodifusores de Chile (Archi).

[cita tipo=»destaque»]La colonia italiana es un ámbito que le ha servido a Ezzati para mantener un espacio de cobijo que pocos lugares le otorgan en este momento. Nello Gargiulo es uno de los mejores amigos de Ricardo Ezzati, pero prefiere hablar con El Mostrador como representante de los italianos de Chile en su consejo general en el extranjero. Nello conoció a Ezzati en la década del 80, cuando llegó de Nápoles a Chile.[/cita]

“Son muy amigos. Quizás no se reúnen tanto, pero sí hablan con frecuencia”, señala una fuente que conoce la relación entre Ezzati y Corona, que además marca a ambos por la congregación de origen de Ezzati: Los Salesianos.

Uno de los proyectos más recordados del Arzobispado fue la emblemática Radio Chilena, que alumbró los años más oscuros de la dictadura y que apagó sus micrófonos en diciembre de 2005. Durante casi toda su existencia la administración de la emisora estuvo ligada a la Iglesia católica, especialmente al Arzobispado de Santiago y a la Congregación Salesiana. De hecho, Corona fue director de Radio Chilena entre 1997 y 2002, tiempo en el que compartió en el cargo con el sacerdote salesiano Daniel Lescot.

De ahí que la relación con Ezzati no sea lejana. No los une solo la Iglesia, sino también Italia y el amor por el país de origen de ambos.

Corona comenzó su camino dirigencial en Audax Italiano en 1999, como su vicepresidente, un puesto que abandonó en 2011 para convertirse en el presidente del directorio. “Es reconocido como el artífice del relacionamiento permanente del club con relevantes instituciones de su entorno tanto nacional como internacional, entre ellas destaca su fructífera gestión como presidente del Canal del Fútbol y su gestión como permanente nexo entre Audax Italiano y la Embajada de Italia en Chile”, detalló la nota de la misma página del club al momento de oficializar su nuevo cargo.

Corona comparte los pasos en los negocios con su hermano Pedro. El primero es abogado, en tanto que el segundo es contador y ex presidente de la Asociación de AFP y la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CNC).

Un año después del ascenso de Ernesto Corona en el directorio de Audax Italiano, en 2012, el club le hizo un regalo especial a Ezzati: un carnet de socio honorario que le permitiría ver los partidos en un asiento reservado solo para él y como uno de los miembros más importantes de la colonia italiana en Chile. A pesar del poco tiempo que tenía para ver partidos, el sacerdote recibió con agradecimiento el asiento estratégico. Nunca jugó en un club ni tuvo grandes destrezas para la pelota, pero durante su juventud, cuando tenía cerca de 24 años, le tocó arbitrar partidos barriales de jóvenes en la periferia de Roma, los sábados y domingos, un partido en la mañana y otro en la tarde. Al mediodía llevaba a los jóvenes a misa.

La colonia italiana es un ámbito que le ha servido a Ezzati para mantener un espacio de cobijo que pocos lugares le otorgan en este momento. Nello Gargiulo es uno de los mejores amigos de Ricardo Ezzati, pero prefiere hablar con El Mostrador como representante de los italianos de Chile en su consejo general en el extranjero. Nello conoció a Ezzati en la década del 80, cuando llegó de Nápoles a Chile.

Gargiulo cuenta que Ezzati ha sido invitado como parte de la comunidad italiana a algunas celebraciones especiales, como la fiesta de la República Italiana el 2 de junio. «Ha participado en varias ocasiones de tertulias sobre la Pizza Napoletana, que realizo en mi casa con invitados y amigos, justamente para intercambiar opiniones o solo tener momentos de relax en un clima amistoso y fraterno, como ha solido ser en los últimos dos años con sus 4 obispos auxiliares… hoy cada uno destinado a cubrir un pedazo de ‘vacío’’ que se ha producido en la Iglesia en Chile con tanto dolor y agregaría la esperanza que también brota e interpela a nuestros corazones», comenta Gargiulo, quien no tiene miedo de hablar porque la «amistad debe mantenerse en los momentos buenos y menos buenos».

«Me imagino que hay varios que lo acompañan y le manifiestan su estima y le dan ánimo en esta hora de prueba. Espero que sea efectivo el apoyo de este grupo. Sin embargo, por lo que a mí se refiere, puedo testimoniar que lo he visto últimamente y, sin desconocer su preocupación, también he admirado su serenidad, disponibilidad a colaborar y con un ánimo fuerte, también con todo el derecho que una persona tiene de defenderse», comenta Gargiulo.

Los vínculos con la DC

Pero la fuerte amistad que ha vinculado a Corona con el cardenal Ezzati no solo tiene que ver con la sangre y una de las colonias más extensas del país, sino también con el mundo más confesional de la Democracia Cristiana.

Corona incluso fue parte del Tribunal Supremo de la falange, tiempo en el que pasaron emblemáticas resoluciones, como la amonestación a Adolfo Zaldívar cuando aún era miembro de la colectividad. El abogado y empresario también forma parte de la Junta Directiva de la Universidad Miguel de Cervantes, ligada al ala dura del partido: Gutenberg Martínez es el rector y Corona comparte asiento en la junta con Edmundo Pérez Yoma y Edmundo Hermosilla, Marigen Hornkohl (*), ex esposa del sociólogo DC, Ernesto Moreno, y una de las mejores amigas de Soledad Alvear.

Fuentes cercanas al arzobispo comentan que el vínculo de Ezzati con Alvear ha sido importante y con ella ha tenido gestos claves en medio de duros procesos, como el del debate interno de la DC por el aborto en tres causales. En diciembre de 2015, el propio cardenal le entregó a Alvear un reconocimiento a nombre de la Academia de Líderes Católicos. De hecho, el mismo Ezzati llamó por teléfono a la ex ministra en el punto más álgido de su cruzada antiaborto para felicitarla por el camino y fortaleza que mostraba. En el círculo de la ex presidenciable aseguran que la relación entre ella y el obispo no se repitió más allá que en esos contextos.

La Red de Líderes Católicos también está formada por otros ilustres “personajes” de la DC, como Claudio Orrego, el «Gute» Martínez y la alcaldesa de Peñalolén, Carolina Leitao. También pertenecen a ella representantes de la derecha más dura, como la senadora y presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe.

«Los presidentes de la DC siempre estuvieron ligados a la Iglesia católica», comenta un histórico militante, refiriéndose a todos los últimos dirigentes antes de Carolina Goic. «No había ninguna decisión valórica que no se consultara con los obispos. El freno que pusieron a la Ley de Divorcio fue claramente por la relación que existía con la Iglesia», añade.

Es ese mundo político confesional el que empujó, según fuentes de la Iglesia, al abogado José María Eyzaguirre a prestarle ayuda al Arzobispado de Santiago en la demanda que tres de las víctimas de Fernando Karadima presentaron hace unos años y en la que Ezzati fue la cara visible de una institución cuestionada, alicaída y castigada. “Ese tipo de abogados es gente muy católica, muy piadosa, que siente que hace un bien a la Iglesia defendiendo a estas personas”, dice un sacerdote.

Sin embargo, este martes en la tarde, cuando se enfrente al fiscal Arias, será Hugo Rivera Villalobos el abogado que acompañe a Ezzati. Si el persecutor logra tirar una hebra que acuse al cardenal de encubrimiento, constituirá una madeja extensa y de larga investigación. También será la primera línea judicial más compleja que se escriba del cura italiano en todos los años que lleva en Chile.

 

(*) N de la R:  posterior  a la publicación de esta nota, se rectifica que el ex esposo de Marigen Hornkohl es Ernesto Moreno y no Corona como figuraba en esta nota. Para una óptima lectura, se reemplazó el párrafo «Marigen Hornkohl, ex esposa de Corona» por   «Marigen Hornkohl, ex esposa del sociólogo DC, Ernesto Moreno».

 

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