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Nacidos para programar Opinión

Nacidos para programar

Benjamín Cox
Por : Benjamín Cox CEO de Launchpad y reconocido mago chileno
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Desde que llegamos a este mundo, estamos programados. Programados por reglas y códigos que nosotros mismos inventamos. Nací, crecí, aprendí y pasé etapas. Primero el colegio y luego la universidad donde estudié ingeniería comercial.


Analicé casos de éxitos y aprendí modelos económicos, moldeando mis pensamientos y preparando mi estrategia para la próxima etapa. Siempre enfocado en lo que se viene, el trabajo. Eso por lo cual te toma casi dos décadas de preparación, y para lo que nos programaron desde que tenemos conciencia. Llegó el gran día, trabajamos ¿y qué sigue? Agregarle tiempo, hijos, nietos…¿alcanzar la casa propia? y morir.

Nadie me preguntó si me gustaban las matemáticas o las letras, nadie me dio a elegir entre la pastilla azul o roja (The Matrix). Algunos dirán que uno elige qué estudiar, pero ¿qué convicción y seguridad tiene un adolescente sobre qué querrá hacer durante los próximos 40 años de su vida? Al final, toda esta preparación y estudio, me dio claves, palos y un martillo, y una vez egresado empecé a construir.

Pero, no dejo de pensar en cómo sería si me hubiesen entregado una hoja en blanco para descubrir y diseñar mis propias herramientas, y luego me dieran el espacio para salir a construir donde mi mente me lo permita. Sin reglas, sin códigos, ni herramientas de otros.

Hoy, disfrutando de mi carrera, esa hoja en blanco la encontré, aprendiendo a programar e interiorizándome sobre código computacional. Abrí mi mente y esta hoja, quizá la más poderosa de este tiempo, me permitió construir, innovar, emprender y simplemente volar.

La falta de límites de esta hoja en blanco me hace creer que todos debiéramos saber programar, y aprender el lenguaje ya no del futuro, sino del presente.

Actualmente muchas instituciones educacionales ya están tomando en cuenta la importancia de esta herramienta, como lo es el caso del Loess School en Calama donde un grupo de alumnas desarrolló una app anti bullying en el trabajo, pero aún necesitamos que sea algo a nivel nacional, que todos y cada uno de los alumnos en Chile aprenda programación. Esto es un proceso que debemos acelerar, haciendo ver lo urgente e importante que es tener el pensamiento computacional y el manejo de sus lenguajes al interior de las clases de clases.

En Uruguay ya alcanzaron la cifra de 50 colegios públicos enseñando programación, y esperan integrar a la totalidad de éstos en sólo unos semestres más. En Europa, mediante su sistema de educación S.T.E.A.M, que sus siglas se refieren a ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas, están invirtiendo 13 millones de euros de aquí al 2020 para integrar la tecnología como un pilar fundamental en la educación.

Si Chile invierte en que escolares, jóvenes y profesionales aprendieran a programar desde las bases de su enseñanza, si los establecimientos educacionales actualizaran sus mallas curriculares, si la enseñanza te entregara una hoja en blanco que te permitiera crear y no sólo usar lo que ya existe, si todos los chilenos destinaran tiempo a esto, podríamos pensar distinto sin encerrarnos en lo ya existente, ganando grandes atributos del pensamiento computacional como el enfocarnos en los resultados, en la resolución de desafíos, y el pensar de una manera más independiente. No esperar a que alguien lo haga por ti.

Hoy en Chile faltan miles de profesionales capacitados en tecnologías de la información, asimismo saber de tecnología o de programación es cada vez vez una herramienta más importante en nuestra formación, permitiendonos derribar barreras y abrir más procesos de trabajo, ser más creativos, o incluso si pensamos desde más abajo, entender lo que hacen muchas industrias o cómo se crean ciertas soluciones tecnológicas.

Sin el pensamiento computacional, muchos pueden quedar atrás, y peor aún, desperdiciar una herramienta importante que nos permite crear y hacer algo mejor.

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