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Para que Vitacura siga siendo Vitacura Opinión

Para que Vitacura siga siendo Vitacura

Cristián Araya L
Por : Cristián Araya L Diputado partido Republicano.
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El 15 de Marzo de 2009 más de 35 mil vecinos de Vitacura concurrieron a las urnas para levantar la voz frente a la propuesta del Municipio de realizar un cambio al plan regulador comunal, que buscaba aumentar la altura de edificación en distintos sectores.

En una histórica jornada, que marcaría un antes y un después en participación ciudadana y toma de decisiones comunales, el pronunciamiento mayoritario fue por rechazar la propuesta, reafirmando el interés de los vecinos de vivir en una comuna residencial y de baja altura, lo que se ha visto amenazado en los últimos años con la construcción de numerosos desarrollos inmobiliarios en altura, como también la radicación de empresas de servicios, automotoras, nightclubs y comercio, en las principales calles y avenidas de la comuna.

Una nueva modificación: de residencial a comercial

En Febrero de 2017 una decena de vecinos de Avda. San Josemaría Escrivá de Balaguer (entre el Club de Polo y Guaraníes), enviaron al Municipio una carta solicitando el cambio de uso de suelo de su sector. Entre los argumentos recogidos por la administración para acoger esta solicitud fue que fácticamente se estaría volviendo comercial, mediante el “subterfugio” de las microempresas familiares (ley 19.749) y que resultaría imposible fiscalizar adecuadamente, agregando los problemas de mantención de los antejardines, los autos mal estacionados, ruidos molestos y varias otras problemáticas que afectan al sector por esta situación.

En un salto lógico que no logro entender, en vez de plantearnos la necesidad de fiscalizar exhaustivamente que se cumpla la normativa vigente, se nos propuso como solución la modificación al uso de suelo, lo cual, profundiza cada uno de los problemas que se nos indicaron, al radicar más locales comerciales y, consigo, agravar la congestión vehicular y la demanda por estacionamientos, aumentar las fuentes de emisión de ruidos molestos y el riesgo a la seguridad de las propiedades colindantes de calle Las Encinas. Finalmente, en Julio de 2018, con el respaldo mayoritario del Concejo Municipal – oportunidad en la que voté en contra- se abrió el proceso de modificación al plan regulador.

Pues bien, la situación de este sector está lejos de circunscribirse a los 70 propietarios de la primera línea -varios de ellos inmobiliarias-, sino que involucra directamente a un barrio residencial, lo que se materializó a que en pocos días fueran 140 vecinos los que reaccionaran solicitando la preservación del carácter residencial. Por otra parte, este sector ha sido del interés general de Vitacura pues fue una zona sometida al plebiscito de 2009, en el que el 79,76% de los votantes optó por rechazar la propuesta municipal, triunfando la opción de los vecinos agrupados en “Salvemos Vitacura”.

¿Qué hacer?

Como vemos, se inicia un periodo complejo pues deberemos conciliar el interés cruzado de distintos vecinos, unos que buscan –legítimamente- aumentar el avalúo de sus propiedades transformándolas en comerciales, mientras otros –con igual legitimidad- intentarán preservar su barrio y calidad de vida.

Las autoridades comunales nos encontramos frente a la disyuntiva de decidir cómo proyectamos el futuro de la comuna, bien preservando el sello residencial y de baja altura, o por el contrario, ampliando la mixtura de usos en el que servicios y comercios avanzan por las principales calles y avenidas.

Quizás la mejor forma de tomar esta decisión, que influirá en el futuro de este sector y de la comuna, podría ser mediante una consulta ciudadana en la que todos los vecinos pudiesen participar.
Esforcémonos para que Vitacura siga siendo Vitacura: “el mejor lugar para vivir”.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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