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Vigilantes del lago: el proyecto que capacita a la comunidad en el monitoreo del estado de los lagos en el país Medioambiente

Vigilantes del lago: el proyecto que capacita a la comunidad en el monitoreo del estado de los lagos en el país

Desde el 2004 la iniciativa busca empoderar a la comunidad en el reconocimiento de un ecosistema lacustre frente a un deterioro general de la calidad del agua de los lagos del sur de Chile.


El 19 de octubre de 2017 el Ministerio de Medio Ambiente decretó al lago Villarrica como Zona Saturada por clorofila “a”, transparencia y fósforo disuelto. El mal estado de este cuerpo de agua se lleva arrastrando desde hace más de 30 años. Por lo mismo, Víctor Durán, oriundo de Villarrica, decidió fundar el proyecto Vigilantes del lago.

El proyecto surge en el 2004 bajo el alero de la Fundación Red de Nuevas Ideas. Comenzaron con el Villarica y con un equipo de 3 personas han extendido sus monitoreos a más de 10 lagos. “Vigilantes del lago consiste en empoderar a la comunidad para que pueda monitorear sus lagos y cuidarlos. Personas común y corrientes, que puedan capacitarse, conocer su lago”, dice Durán.

Para realizar sus capacitaciones se vinculan con establecimientos educacionales y municipios del sur de Chile. En el desarrollo de esas jornadas, Durán y su equipo enseñan a la comunidad a reconocer un ecosistema lacustre, llevan a los participantes a recolectar e identificar muestras de bioindicadores como plantas, insectos y fauna para detectar el estado del cuerpo de agua.

En los talleres también realizan mediciones sobre el nivel de transparencia del lago. Para esto usan mochilas limnológicas, que contienen herramientas como discos secchi para calcular la profundidad de transparencia y que incluyen binoculares, sets de cartillas de avifauna, insectos, entre otros utensilios. Las mochilas las dejan a disposición de uso de la comunidad a través de las municipalidades.

Vigilantes del Lago se financia a través de proyectos del Ministerio del Medio Ambiente y de la Segegob. Victor Durán también es fellow de la Fundación Ashoka, que financian un estipendio por tres años para expandir la iniciativa por Chile y Latinoamérica. De hecho, ya han ido a Colombia y Argentina a monitorear lagos de esos países.

Mal estado de los lagos

“Transparencia del agua, nitrógeno total, fósforo total, la clorofila y el oxígeno disuelto. Con esos cinco parámetros básicos puedes saber el estado que tiene un lago”, indica Durán.

La normativa fija ciertos niveles máximos de cada uno de estos parámetros. El 2017 el lago Villarrica superó los valores recomendados de clorofila, transparencia y fósforo. De ahí que haya sido declarado como Zona Saturada y que se tenga que elaborar un plan de descontaminación.

Según Víctor hay varios agentes contaminantes de un lago y dependen del tipo de actividad más desarrollada del sector en cuestión.

“Lo que nosotros hemos constatado es que hay un deterioro general de la calidad del agua se nuestros lagos del sur de Chile. Sobre todo los lagos donde hay mucha urbanización, porque esto se produce por deforestación, por presencia de pisicultura, aguas lluvia de ciudades, ganadería, la agricultura. Todos estos son agentes que aportan contaminantes a los lagos, básicamente nitrógeno y fósforo”.

“Los lagos, al tener más nutrientes, sus algas empiezan a crecer y los lagos se vuelven más turbios. Llega un momento en que se produce un florecimiento de algas o “blooms”, como lo que pasa en el Villarrica. Muchas veces estos “blooms” generan toxinas por lo tanto tú no puedes bañarte en esos lagos. Hay que tener protocolos de salud que en Chile todavía no pasa nada con eso. Aquí de repente hay “blooms” y no hay advertencia”, finaliza Durán.

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