Opinión
Paulatinamente la Inteligencia Artificial ha ido adquiriendo un rol cada vez más preponderante en nuestros esfuerzos por comprender las percepciones, preferencias, y anhelos de las personas. Las nuevas tecnologías ofrecen una capacidad sin precedentes en la historia de la humanidad para recopilar, procesar y analizar enormes volúmenes de información. El uso de herramientas de machine learning y robots del ámbito del cognitive computing, de la mano de analítica avanzada, permiten alcanzar conclusiones útiles en plazos que de otra manera serían imposibles.
Un ejemplo de ello es el estudio Diálogos, desarrollado recientemente por la Fundación Encuentros del Futuro, Merlin Research y con el apoyo de Fundación VTR, además del Ministerio de Ciencias y el CNID. A través del uso de estas nuevas herramientas, esta investigación logró recopilar más de 15 mil conversaciones sobre el futuro de las personas en todo Chile. De ellas, se logró capturar más de cien mil ideas, las que posteriormente fueron vertidas en un informe que permitió concluir que los chilenos, con diferentes matices por zona geográfica, sentimos una profunda incertidumbre respecto del futuro.
Así mismo, el estudio encontró que una de cada cuatro personas en Chile espontáneamente expresaba querer un futuro “más justo”, ahondando en mayor igualdad para todos. Esta perspectiva está más fuertemente representada entre los segmentos jóvenes y en personas provenientes de hogares cuyo jefe de hogar ha cursado educación superior. Un segundo grupo hizo más énfasis en la importancia de la tranquilidad, la paz, y la seguridad.
Un hecho que no deja de llamar la atención es que las personas entrevistadas pudieron hablar libremente y sin restricciones, gracias al uso de un robot cognitivo, el que les permitió explayarse en todos los aspectos que quisieran abordar durante ese diálogo. Dicho de otra manera, estas tecnologías abrieron un nuevo horizonte en cuanto a la capacidad de participación que tienen las personas a la hora de dar a conocer sus puntos de vistas e inquietudes, ya no respondiendo de forma mecánica a opciones múltiples, propuestas por un tercero, sino que contribuyendo con sus propias palabras e ideas, promoviendo así una democracia más participativa y deliberante que emerge desde la ciudadanía.
Sin embargo, aún queda camino por recorrer. El Ministerio de Ciencias se encuentra actualmente desarrollando la primera Política Nacional de Inteligencia Artificial del país, la que busca hacer un uso eficiente de la tecnología y hacerse cargo de las preocupaciones de las personas en cuanto eventuales sesgos discriminatorios o el uso inadecuado de la data recopilada. La meta del Ministerio es lograr una masificación de estas herramientas tecnológicas que permitirá incorporar a Chile en la llamada “economía del conocimiento”.
Diálogos fue un primer ejercicio que, sin duda alguna, abre muchas puertas para desmitificar el uso de la Inteligencia Artificial al servicio de las personas y, ciertamente, abre el apetito para que otros también la adopten. De esta manera, la tendencia apunta a que en el mediano plazo otras instituciones, siguiendo los pasos de Fundación VTR, especializada en el desarrollo de contenido audiovisual de alto valor educativo, sean capaces de ver el potencial de esta tecnologías y se atrevan a adoptar el abanico de posibilidades que se abren con el campo de la inteligencia artificial y así, de a poco pero a la velocidad que necesitamos, desplegarla a plenitud en ese futuro que se veía tan lejano pero que ya está aquí.
