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La importancia de aprender a leer desde primero básico y cómo se ha visto afectado durante la pandemia Niñez

La importancia de aprender a leer desde primero básico y cómo se ha visto afectado durante la pandemia

Tatiana Hernández Chacón
Por : Tatiana Hernández Chacón Estudiante de Periodismo Universidad Central.
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Leer y escribir son las dos principales habilidades que los niños adquieren en sus primeros años de estudio, los cuales se siguen reforzando en dos años posteriores, según expertos de la educación. Pero en los tiempos actuales, ¿qué pueden hacer los padres para que sus hijos no pierdan el interés por aprender de la lectura en tiempos de pandemia?


Antes de la crisis sanitaria, se estimaba que en Chile solo el 40% de los estudiantes que pasan a segundo básico sabe leer y escribir. Un hecho que no termina de mejorar hasta 4° básico y que más aún ha ido decayendo dado al contexto sanitario y la falta de clases presenciales.

Según un informe realizado por la Unesco, alrededor de 100 millones de niños y niñas en el mundo no han aprendido a leer debido al cierre de colegios por el Covid-19. Esto, ha sido una preocupación para miles de padres, un tema que ha generado angustia e inquietud.

De acuerdo con María José Howard, directora académica de la red Cognita, explica que estas son prácticas que se deben comenzar a fomentar desde la primera infancia, potenciando las habilidades de conciencia fonológica, “El niño debe comprender que hay diferentes sonidos para nombrar cada cosa. La lectura es un proceso que involucra decodificar símbolos y darles sentido; es un proceso mental en el que, progresivamente, estos símbolos toman un significado hasta lograr comprender un texto”.

La experta señala que leer significa darles valor a los códigos (letras) que se decodifican, para ello están involucrados diferentes procesos cognitivos mentales que se ponen en práctica en este proceso. Entre ellos, el vocabulario que maneja el niño/a, sus experiencias de vida en relación a lo que está leyendo, su lenguaje, su capacidad de razonamiento, concentración y su memoria, entre otras.

“La lectura en sí es un proceso continuo de aprendizaje, donde en general, los primeros pasos se cimentan en 1° Básico, pero el camino por recorrer es largo y se debe reforzar sistemáticamente hasta lograr un nivel que le permita al estudiante comprender por contexto”, aclara Howard.

La experta en psicopedagogía Guadalupe Huaquimil destaca que en esta falta de constancia del proceso, se consideran dos rutas importantes que se deben estimular: la ruta fonológica y la ruta visual. “Refiriéndose la primera a el conocimiento del sonido de las letras (el cual el educador o profesor a cargo si puede estimular por vía remota) y la segunda, es la ruta visual, la cual se estimula a través de la experiencia que el niño tiene con las letras, claramente cuando los niños asisten presencialmente a la escuela tienen muchos estímulos visuales pegados en la sala, en su pizarra a diario, en su material de trabajo, etc. No así, cuando están en casa. No todos los hogares son letrados, no todos los hogares cuentan con libros en su interior, lo cual dificulta la familiaridad con la que el niño interactúa con las letras”, explica.

Sin embargo, los docentes no pueden asegurarse por completo que los niños cierren el año con esta habilidad tan fundamental. “El año pasado me tocó trabajar con dos primeros básicos bajo la supervisión especializada del programa Alfadeca, y uno de los primeros obtuvo como resultado la mitad del curso lector, el otro obtuvo casi un 90%. Esto fue solo el resultado de la evaluación, ya que al volver este año ese curso que supuestamente tenía un 90% de niños lectores, quedó reducido con suerte a un 40%”, cuenta desde su experiencia con los estudiantes la psicopedagoga.

“¿Qué es lo que pasó ahí? Tenemos dos opciones, O las pruebas se vieron alteradas por intervención de los padres, o la falta de estimulación del proceso lector en los meses de verano afectaron los conocimientos que claramente no habían sido del todo integrados”, manifiesta Huaquimil .

Howard recomienda a los padres que para reforzar una mejor lectura y puedan aprender de mejor forma, el apoyo familiar es fundamental para la primera etapa escolar. Otra de las recomendaciones son acompañar al niño en este proceso con una correcta conexión a clases y verificar que cuente con todos los materiales que se necesitan y que no tenga distracciones.

También es fundamental generar una rutina con horarios establecidos, atraerlos a la lectura. De esta forma también se generan vínculos padre o madre a hijo, comprándoles libros, jugar a identificar los sonidos de las letras en diferentes lugares, y por último, recortar las palabras en sílabas y jueguen a completar otras palabras.

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