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El compromiso por el desarrollo regional y nacional se ha convertido en uno de los ejes más importantes a desarrollar para emblemáticas universidades regionales del país. Con compromisos relevantes en temas que competen al país, como la migración y la interculturalidad, las instituciones aseguran recursos, diseños, gestión, evaluación y promoción de proyectos tanto en cursos de pre y post grados.
Durante los últimos años, la Universidad Arturo Prat (UNAP) se ha focalizado en el desarrollo de I+D+i+e para fomentar la generación y el interés de nuevos conocimientos alineados con las necesidades que existen actualmente en regiones, logrando el desarrollo de cursos tanto de pregrado como postgrado que tengan vinculación con el medio.
Según Pedro Buc Calderón, vicerrector de Investigación, actualmente «podemos hacer frente a los desafíos que nos exige la CNA: aumento progresivo de publicaciones, acreditación de programas de postgrado, mejoría evidente en la adjudicación de proyectos ANID, creación del Comité de Ética Científico, desarrollo de una institucionalidad ad hoc (decretos, protocolos, etc.), reorganización de centros e institutos de investigación, creación de bases institucionales para el desarrollo de procesos de innovación y creación de un reglamento de propiedad intelectual».
Respecto a los ejes que han definido en investigación, señala que «teniendo en cuenta las limitaciones de recursos financieros, hemos definido una estrategia de desarrollo de investigación a dos velocidades: por un lado 3-4 grupos de investigación consolidados sobre los cuales descansan los claustros académicos responsables de los posgrados (magister, doctorado) y cuyas temáticas están relacionadas con estudios de relaciones internacionales y migración transfronteriza (área de ciencias sociales); física teórica, biotecnología, química farmacológica (área de ciencias naturales). Por otro lado, 5-6 grupos de desarrollo medio y emergentes en áreas diversas como medicina de altura, agricultura en condiciones extremas, ingeniería de procesos e interculturalidad», afirma.
Durante los últimos años, en el área de innovación la academia ha realizado proyectos emblemáticos que han incidido en el desarrollo regional del país. Un ejemplo de esto, es el Vino del Desierto, el cual «incide en el desarrollo de la agricultura del Tamarugal a través de un modelo de transferencia tecnológica para el cultivo de la vid y posterior comercialización del vino. En una misma escala se encuentran los cultivos de azafrán en la pampa y su impacto nutricional; así como los estudios de recursos hídricos en periodos de sequía extrema y ahora de cambio climático. En otro hábitat de nuestra región, tenemos los diferentes proyectos de acuicultura y los impactos de sus resultados en las economías de las caletas de pescadores artesanales del litoral», indica el experto.
Por otra parte, en términos de investigación se han desarrollado estudios que han apoyado procesos contingentes que vive el país como la migración, además, de tener presente temas sociales relevantes como la interculturalidad y el rol de los pueblos originarios.
«En investigación tenemos los estudios sobre migración transfronteriza que llevan a cabo colegas del INTE, y su inmenso aporte a la coyuntura sobre crisis migratoria que afecta a la región y al país. Los estudios interculturales sobre los pueblos aimara y mapuche, que realizan colegas de la sede de Iquique y Victoria, son de una importancia mayor dado el rol relevante que las regiones y los pueblos originarios están llamados a jugar en el marco del proceso constitutivo. Pero también tenemos proyectos en etno-farmacología y farmacopea herbolaria; estudios sobre la fisiopatología de la hipoxia intermitente en trabajadores del cobre; turismo y astronomía, etc», destaca el vicerrector.
Respecto a los desafíos a futuro, además de seguir estimulando la generación y aplicación de conocimiento científico en áreas prioritarias para el desarrollo tanto regional como nacional, Buc indica en concreto que, actualmente, se está desarrollando un proyecto que busca crear un centro exploratorio del conocimiento en Canchones, un oasis de la pampa del Tamarugal perteneciente a la universidad, el cual es «el crisol donde se fundirán las enseñanzas transversales del conjunto de estos proyectos y hacer realidad el lema que nuestra universidad de tomado como norte “Conocimiento y Territorio”. Por otro lado, en una universidad en tránsito hacia una complejidad mediana, necesitamos aumentar los claustros académicos que aseguren los programas de postgrado (magister y doctorados)», concluye.
