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«Más allá de la cordillera», organización de chilenos y chilenas residentes en el extranjero: “Aquí tenemos derechos garantizados que en Chile son un privilegio” Social

«Más allá de la cordillera», organización de chilenos y chilenas residentes en el extranjero: “Aquí tenemos derechos garantizados que en Chile son un privilegio”

El despliegue de las campañas por el Apruebo y el Rechazo de cara al plebiscito de salida abarcó tanto territorios físicos como virtuales que han cruzado fronteras. Desde México hasta Alemania, siete chilenos y chilenas de diferentes espacios culturales y políticos relatan quiénes son, por qué migraron y qué les motivó a apoyar el nuevo texto. “Vivir en Europa te abre la mente pero una parte de mi vida está en Chile, amo mi país y quiero que tengan los mismos derechos de acá”, dijo una de las entrevistadas.


En 2010, María Teresa Guerrero (56) decidió migrar a Barcelona por motivos personales. “Quería cambiar de aire, conocer el mundo”, contó. Es madre, abuela y se dedica al cuidado de adultos mayores de lunes a viernes. El resto de sus días los dedica al ocio, la dispersión y en los últimos años a la actividad política, donde es conocida como una de las referentes de la comunidad migrante chilena en España. 

“Siempre participé de actividades sociales y vinculadas a derechos humanos, desde la dictadura”, recordó en una entrevista realizada de manera virtual. Frente a su celular, se refirió además al vínculo que mantiene con su país de origen y lo primero que evocó fue a su familia: “en Chile tengo a mis hijos, nietos, a la familia, la mitad de mi vida está allá y el vínculo no sólo es con ellos sino con todos los que están allá”. 

Así como la mayoría de las agrupaciones políticas de chilenos y chilenas residentes en lo que llaman “territorio internacional”, el Comando Apruebo de Salida Barcelona tuvo sus primeros cimientos luego del estallido social, que provocó una “catarsis” en quienes decidieron dejar el país por diversos motivos, muchos de ellos vinculados a demandas hoy plasmadas en el actual proyecto constitucional.

“A todos nos estremeció el estallido y si los cabros les pusieron el pecho a las balas lo menos que quisimos hacer fue apoyarlos de alguna manera”, sostuvo Guerrero. A partir de ese hecho histórico, chilenos y chilenas se autoconvocaron en cabildos, asambleas y reuniones virtuales y presenciales en diversos puntos populares de sus respectivos países y así delinearon diferentes líneas de trabajo que culminaron en la creación de diferentes espacios, en este caso un comando por el Apruebo. 

“Vivir en europa te abre la mente, yo siempre fui de familia humilde, de trabajadores, de esfuerzo, no pude estudiar porque en esos años no era compatible estudiar y trabajar”, recordó María Teresa.

Por eso, ser testigo de otras formas de vida, “ver que la gente tiene más posibilidades a la salud, transporte, educación”, la conecta “más aún con Chile, amo mi país y quiero que tengan los mismos derechos que acá están garantizados”. 

Carlos Carroza (39) es otro de los integrantes del comando, conformado mayoritariamente por personas sin militancia partidaria. Hace un año y medio llegó a Barcelona para realizar estudios doctorales en Derechos Humanos, tema que no pudo estudiar en Chile por su “visión ligada únicamente al derecho”, expresó el egresado de filosofía. 

“Mi magíster en Chile costó 3 millones 500 mil pesos, en cambio acá el doctorado tiene un valor de 520 euros al año. Yo quise estudiar en Chile pero además de lo mencionado, la condición de becario nacional es una situación muy desmejorada y precaria en relación a los becarios internacionales”, señaló.

Chilenos y chilenas reunidos en MontJuic (Barcelona) | Foto: Comando Apruebo de salida Barcelona

Llegar a España para él significó darse cuenta “que se pueden tener derechos básicos”, mencionó, como la educación, salud, un trabajo decente, un “buen” transporte”.

Para Carroza fue “una sorpresa” apreciar el valor que tiene “lo público” en el país europeo frente a “lo privado”, que ocupa un lugar pero no por encima de “lo público”, refirió el trabajador y padre de familia que se fue con una de sus hijas mientras su otro hijo vive en Chile. 

Pese a la caída histórica que tuvo el euro durante estos últimos años y dificultades como la inflación, para Carroza “es impagable” vivir en un país donde “prima un paradigma de defensa y garantía de los derechos humanos”, diferencia que consideró “sustancial” ya que para él “vivir y experimentar una sociedad de derechos es algo muy distinto”, destacó recordando a su familia y compañeros y compañeras de trabajo que residen en Chile.

Banderazos, picnics, encuentros virtuales y presenciales, impresión, difusión y entrega de propuestas constitucionales, cursos de lectura comunitaria, jornadas musicales y hasta intervenciones de luces en lugares emblemáticos, parques, universidades y centro culturales se han realizado en diversos lugares del globo, desde lugares como la Universidad Autónoma de México hasta la Torre Eiffel. 

La migración por motivos de estudios de posgrado es común entre las y los migrantes, Carolina Trichet Paredes (42) es otra de ellas. En 2003, la egresada de física se fue del país motivada con continuar una especialidad que “no iba a poder hacer en Chile”, afirmó. 

Estuvo un tiempo en Suecia y luego de mudo a Alemania, donde vive hasta hoy junto a su familia formada allá. También luego del estallido, se sumó a los cabildos y protestas de las que nació Chile Despertó Internacional, agrupación que nuclea diversas organizaciones de migrantes chilenos y chilenas en todos los continentes.

“Allí nos coordinamos y armamos la red porque nos seguimos sintiendo parte de la comunidad chilena, sólo que vivimos en territorio internacional”, comentó la científica, quien además participó en la escritura del borrador constitucional y reconoció “elementos muy vanguardistas” en el documento actual, como es el caso “de los derechos sexuales y reproductivos de mujeres y diversidades, los derechos de la naturaleza, la biodiversidad” y otros temas “que hoy se están tocando en el mundo”, subrayó. 

“En Alemania, un 14% de nuestros ingresos se invierte en salud y educación y con eso se garantizan derechos como consultas médicas, educación, no hay copago”, contó la investigadora, migrante y madre. 

Del sur al norte

Mientras estudiaba su último año de la enseñanza media, Samir Muñoz Godoy (29) se “resistió” a estudiar en Chile “con lo injusto que sabía que eso era”. Además, ese 2010 quiso aventurarse asimismo a la experiencia de vivir en otro país con el apoyo de su familia. 

Pese a sacar un “más de 800 puntos” en la entonces PSU de historia, se anotó para ingresar al Ciclo Básico Común (CBC) de la Universidad de Buenos Aires (UBA) para formarse en letras, y en la actualidad se desempeña como docente, en una editorial independiente y ofrece su trabajo también de manera particular. En mayo de este año, Muñoz se sumó a la creada Artistas Chilenxs Residentes en Argentina (ACRA), agrupación que reúne a artistas de diversas áreas en Buenos Aires y en la que comparte parte de su trabajo como poeta.

“Me uní porque cuando supe de la idea de armar la agrupación me pareció algo muy potente, necesario, conocer artistas, generar vínculos, ir a vernos en nuestras obras, conocerse”, consideró el escritor de “Tradición y Cover”. 

“Siempre hay algo artístico o cultural para hacer en Buenos Aires, es una ciudad muy viva y faltan espacios de vinculación de nuestra comunidad migrante, a diferencia de comunidades como la peruana, boliviana o brasileña”, dijo en tono reflexivo. “Sin reconocimiento no hay comunidad”, agregó el redactor y uno de los impulsores de la primera revista literaria de la carrera en la UBA.

Apoyar el Apruebo “fue algo natural” en la agrupación. “Los artistas hacen de lo social su material, reconocen la historia y hay una trascendencia que percibimos en este plebiscito”, destacó el escritor.  

“Uno conversando con otras personas del mundo se da cuenta que no es normal tener el agua privada, que no es normal endeudarte por la salud, que no es normal que la educación privada sea el patrón; que no es normal que estar resignados a la impunidad de quienes desaparecieron personas y lucraron después con el horror”, advirtió quien reside en un país que está por cumplir 73 años de gratuidad universitaria, además de gozar de salud gratuita para todas las personas que lo habitan, incluidas migrantes.

Así, para Muñoz “esta constitución ofrece un mundo mejor, un camino”. Katherine Moya Farías (30) también integra la ACRA. En abril de 2022 llegó a Buenos Aires para “aprovechar” las opciones de formación en artes visuales y restauración patrimonial que son de su interés como artista y arquitecta especialista en patrimonio y restauración. 

“Muchas y muchos de nosotros migramos a Argentina porque es el país que tenemos más cerca para poder realizar los sueños que en Chile no podemos lograr”, enfatizó. “Mucha gente cruza la cordillera porque la salud es gratuita, porque pueden comprar a mejor precio los medicamentos que necesitan, porque pueden estudiar carreras de calidad gratis, pueden desarrollarse como artistas”, destacó a través de una conversación por WhatsApp. 

Picnic constituyente | Foto: Comando Apruebo de salida Barcelona

Al poco tiempo de llegar a Buenos Aires se unió a la agrupación artística que nació luego del encuentro de chilenos y chilenas que se reunieron con el presidente Gabriel Boric en su primera visita internacional y expusieron demandas comunes, ligadas a la solicitud de instancias y diálogos con instituciones migratorias para realizar trabajos en conjunto.

“Aquí hay más posibilidades para quienes trabajamos en cultura, tanto para educarse como para participar del quehacer cultural, tengo la impresión de que acá las personas se dan el tiempo para disfrutar, para encontrarse conversar y eso aporta un montón a la calidad de vida”, valoró al tiempo que mencionó la importancia del Artículo 91 de la propuesta constitucional, referida al ocio, descanso y tiempo libre. “Me encantaría que pudiésemos recuperar eso en Chile”.

Mucho más al norte, la Asamblea de Chilenas y Chilenos Movilizados en México se activó desde el estallido y hasta hoy no paró. Con la salida de los militares a las calles y lo acontecido durante las jornadas de octubre, Ángeles (37) se sintió fuertemente “conmocionada”. Era “como estar repitiendo la historia” lo cual resultó en un “shock” para ella y otros y otras residentes en el extranjero. 

El ánimo de visibilizar y denunciar las violaciones a los DDHH ocurridas en ese momento les hizo tocar puertas para “romper con el cerco informativo” que reconocieron en ese momento, ya que desde su perspectiva “oligopolio informativo lo tiene la derecha”. 

Ángeles es psicóloga y cuando quiso hacer un posgrado se dio cuenta del “alto valor” que tienen estos estudios en Chile, entonces decidió migrar para especializarse y así “tener más oportunidades profesionales”, comentó.

“En México la educación es gratuita, te brindan becas de manutención y de otro tipo, muchos de los que conformamos la agrupación vinimos por eso, y nos encontramos con muchos exiliados de la dictadura y adultos mayores”.

Respecto al plebiscito de salida, la psicóloga indicó que una constitución “hecha en dictadura carece de toda legitimidad”, en cambio la nueva constitución consideró “la paridad, escaños reservados, representatividad regional” y también incluye “derechos sociales básicos” como “agua, vivienda digna, educación” y todo eso les hace apoyar esa opción.

El voto de chilenos y chilenas residentes fuera del país fue una idea que surgió durante el gobierno del presidente Salvador Allende en 1971, año en que se presentó el “Proyecto de Ley sobre la Cámara Única” y establecía condiciones para el sufragio en el extranjero. Sin embargo, no fue recién hasta 2016 que, producto del impulso del gobierno de Michelle Bachelet, se promulgó la ley que reguló la votación de los chilenos residentes en otros países del mundo.

En diciembre de 2017 debutó el voto de chilenos y chilenas en más de 60 países de todos los continentes. Aunque en la primaria participaron menos de 20 mil personas, en segunda instancia esa cifra casi se duplicó. Más tarde, para el plebiscito de entrada “la votación por continente tuvo directa relación con la cantidad de chilenos inscritos en el padrón electoral, que este año contempló un crecimiento del 52% respecto del padrón de 2017”, informaron desde el Ministerio de Relaciones Exteriores.

La posibilidad de ejercer el derecho a sufragio fuera de Chile estimula, al mismo tiempo, la participación de ciudadanos y ciudadanas de migrantes que dejaron el país por diferentes motivos pero de manera voluntaria se inscriben para cumplir su deber desde el lugar que residen.

De este modo, facilitadores u obstáculos para este ejercicio son “importantes” para la comunidad chilena en el extranjero.

“Para poder votar tenemos que hacer el cambio de domicilio y eso sólo puede hacerse en consulados, que en el caso de España están en Madrid o Barcelona, entonces hay que viajar y no tuvimos mucho tiempo”, recalcó María Teresa Guerro sobre una situación que se replica en el mundo, ya que los consulados se encuentran en pocas ciudades y las distancias de viaje pueden ser de hasta mil kilómetros o más. 

Por este motivo, la organización comunitaria ha sido clave en los procesos electorales, en los que vehículos compartidos y arriendos grupales acompañaron otras instancias y se espera suceda también en esta ocasión.

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