Opinión
Quizás no seamos del todo conscientes, pero diariamente interactuamos con cientos de marcas que nos ayudan a satisfacer cada una de nuestras necesidades. Desde esa perspectiva, vale la pena preguntarse: ¿qué atributos buscamos, cuando optamos por un determinado producto o servicio? Algunos dirán calidad, otros tantos optarán por precio, pero cada vez son más los que se inclinan por aquellas empresas que cuentan con un propósito.
La tendencia es clara. Las personas exigen y prefieren marcas capaces de asumir compromisos que trascienden a la razón de ser de su negocio. En otras palabras, la sociedad exige compañías capaces de establecer relaciones de largo plazo con la comunidad, para trabajar colaborativamente en pos de su desarrollo y su bienestar.
Bien lo sabemos en CorreosChile, empresa que, a lo largo de sus 276 años de historia, ha sido capaz de transformarse continuamente, para cumplir con un propósito y un rol estratégico-social que nos diferencia del resto de la industria y nos llena de orgullo. Un trabajo genuino y consistente que es altamente valorado por la ciudadanía. Así al menos se desprende del último ranking “Marcas Ciudadanas” elaborado por Cadem, donde subimos 16 puestos en comparación al primer semestre de este año, ocupando el puesto 27 de un total de 270 marcas. Un logro importante, que nos pone en lo más alto de la categoría ‘Correos’.
Y es que el rol estratégico-social que cumplimos, es parte fundamental del ADN que nos mueve como empresa. No solo distribuimos más de 25 millones de paquetes y 80 millones de documentos al año, sino que también ponemos toda nuestra logística para acompañar hitos que aportan al desarrollo del país, como lo son los procesos eleccionarios, la entrega de material educativo o medicamentos y nuestra tradicional campaña de Navidad, por nombrar algunos. Estas acciones dan cuenta de nuestro propósito: entregar, unir y conectar, sin importar dónde, abriendo oportunidades incluso en los lugares más remotos.
Bien saben de estas oportunidades miles de pymes y emprendedores que ven en CorreosChile a un aliado para profesionalizarse y llegar más lejos. También hemos estado a la altura de las necesidades de grandes empresas –nacionales e internacionales– y otras instituciones del Estado, lo que nos permite conectar con las diferentes necesidades que conviven en nuestro país.
Es imposible predecir el futuro; sin embargo, tengo plena certeza de que el “propósito” irá ocupando un papel cada vez más central en el quehacer de las organizaciones. Por lo mismo, que una empresa pública como CorreosChile sea reconocida como una Marca Ciudadana es una gran noticia para nuestras trabajadoras y trabajadores, pero también para todos los habitantes del país, y nos proporciona un importante aliciente para seguir comprometidamente uniendo y conectándonos, desde un servicio que apunta siempre a la calidad y la excelencia.
