Anniken Jørgensen, junto a otros dos jóvenes, conoció las fábricas de ropa en Camboya como parte del programa de televisión Sweat Shop. Sin embargo, lo que vería allí le cambiaría la vida.
Cuando la bloguera noruega de 17 años, Anniken Jørgensen, fue invitada a participar en el reality show Sweat Shop, jamás imaginó que la experiencia no sólo cambiaría su vida sino que además terminaría volcando su cruzada en contra de una de las cadenas de tiendas de ropa que más acapara gigantografías y pantallas en todo el mundo: H&M.
Sweat Shop es un programa de la televisión noruega de la cadena Aftenposten en el que tres jóvenes blogueros fueron escogidos para dejar durante un mes sus acomodados hogares y trasladarse hasta las fábricas en Camboya, en el Sudeste Asiático, donde trabajadores son sometidos a pésimas condiciones laborales y reciben escuetos salarios por extensas jornadas.
Aunque la cadena de televisión prohibió explícitamente a los participantes identificar a las empresas involucradas –que se proveían de estas fábricas–, Jørgensen, quien había aprovechado para conversar en extenso con los trabajadores, denunció públicamente la situación y las malas prácticas de la multinacional sueca, según público en su portal español El Diario.
«Es demasiado frustrante que una cadena de ropa tenga tanto poder como para asustar al periódico más grande de Noruega», aseguraba Jørgensen en su blog de moda días después de recibir una llamada de Aftenposten. Tras conversar con numerosos medios de comunicación, la bloguera había captado la atención de H&M. «Si no paraba de decir el nombre de la empresa en televisión, sacarían unas fotos mías trabajando en Camboya con cara sonriente», relató. Sin embargo, decidió continuar con su cruzada.
«Hablé con chicas que no se podían permitir una compresa durante su menstruación. El aire sucio de las fábricas provocó graves enfermedades a muchas personas. Otras tantas se desmayaban porque no tenían dinero para más de una comida al día. Hablé con gente que había sido amenazada por protestar, gente que no se podía permitir tratamiento médico y moría por un constipado», explicó la bloguera.
Días después de circular esta información, H&M negó las acusaciones en su contra, señalando que pese a salir mencionada en el programa, «durante el transcurso de la grabación no se han visitado ninguno de los proveedores de la empresa» y «no se ha hablado con nosotros sobre nuestra labor en sostenibilidad ni sobre ninguno de nuestros esfuerzos en este sentido». Asimismo, insistieron en que H&M es un empresa «líder» en el campo de la responsabilidad social de la industria textil.
En tanto, Jørgensen ha continuado con sus esfuerzos por generar mayor conciencia sobre las condiciones de trabajo en la industria textil, recogiendo diversos testimonios en formatos audiovisuales que ya están circulando en Internet.
