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Manual de vida para el hipster perfecto

Manual de vida para el hipster perfecto

El hipster que sigue la moda da un perfil aún más marcado a su apariencia con su mentalidad. Los hipsters del futuro deben ser apolíticos y consumistas. Además, es absolutamente necesario tener una actitud general irónica, porque todo lo que lleva puesto el hipster contemporáneo lo lleva con un guiño.


Ellos pueblan las metrópolis que están de moda, ven el mundo a través de unas enormes gafas de pasta y se dedican a profesiones mediáticas. Estamos hablando de los hipsters. Siguen la tendencia de la moda y al mismo tiempo simbolizan la superficialidad y la arrogancia. Sus señas de identidad son las gafas de pasta y la bolsa de yute. Sin embargo, el hipsterismo implica mucho más que el aspecto externo. Este movimiento juvenil exige a sus seguidores mucho poder de imaginación, especialmente en lo que se refiere al estilo de vida. Por tanto, quien quiera ser no solo hip sino también hipster, debe prestar atención a las siguientes reglas:

– Conocimientos básicos: Quien quiera convertirse en hipster debe conocer su origen. Este término fue acuñado a principios de los años 40 por artistas jazz de Nueva York. En 1957, el escritor estadounidense Norman Mailer fue uno de los primeros en definir el fenómeno. Con su estilo de vida y actitud política, el hipster original pretendía remar a contra corriente. «Hoy, su enemigo acérrimo es la corriente cultural predominante», dice el investigador Philipp Ikrath, quien ha investigado miniciosamente la cultura juvenil.

– Vestimenta: Se equivoca quien cree que con unas gafas de pasta y una bolsa de yute ya es un hipster, porque características típicas como unos vaqueros pitillo, unas tenis desenfadadas y tatuajes multicolores también distinguen a otros movimientos juveniles. «La combinación de elementos de diferentes contextos no es nada nuevo: la mezcla de estilos siempre ha existido», dice Gabriele Rohmann, investigadora alemana de culturas juveniles. Lo nuevo es que detrás de las fachadas no se esconde ninguna ideología.

Por tanto, el auténtico hipster tiene que recurrir a más trucos: da igual si se trata del abrigo de la abuela, el jersey de papi o las perlas de mami: cuanto más loca es la mezcla, tanto más individual es el look. «El hipster crea mediante la combinación de diferentes elementos un estilo inconfundible», explica Ikrath. La consecuencia es que el hipster no va de compras a ninguna de las gigantescas cadenas de moda, sino que solo encuentran todo para su outfit en tiendas de segunda mano y rastros.

– Peinado: Quienes quieran iniciar una futura tendencia de la moda deberían optar por un clásico peinado hipster. Para los hombres sólo hay una opción: el undercut. En cambio, las mujeres tienen más opciones. Con un moño, las hipsters femeninas no desentonan. Los que prefieren un look más extravagante optan por un color de cabello en tonos chillones. El rosa fucsia, el azul o el verde son muy apropiados, preferiblemente combinados entre ellos, porque a fin de cuentas ningún hipster quiere tener el mismo aspecto que otro.

– Mentalidad: El hipster que sigue la moda da un perfil aún más marcado a su apariencia con su mentalidad. Los hipsters del futuro deben ser apolíticos y consumistas. Además, es absolutamente necesario tener una actitud general irónica, porque todo lo que lleva puesto el hipster contemporáneo lo lleva con un guiño. En las camisetas y las bolsas de tela no pueden faltar lemas ambiguos como «El yute es el nuevo negro».

– Hobbies: Cuando se trata de hobbies, no hay límites para la extravagancia. Quien desea ser hipster debe tener un gusto musical y artístico exótico, decantándose por bandas desconocidas del este de Andalucía o proyectos artísticos con proyecciones de animales, por ejemplo. Un hipster mira con desprecio a los artistas que trabajan para las grandes masas. «Es cierto que se trata de clichés, pero aun así ayudan a identificar a un hipster», dice el escritor Uli Hannemann, que ha escrito un libro sobre este tema.

Con respecto a las actividades de ocio, hay un principio básico: lo viejo siempre es mejor. ¿Entretenerse con videojuegos delante del televisor? Sí, pero solo con una consola nostálgica de los años 90. Como alternativa también vale un juego de naipes de tiempos muy lejanos como el bridge, por ejemplo.

– Alimentación: El hipster presta especial atención a la alimentación. Mientras que el tipo normal se traga su bocadillo, el hipster que marca la tendencia disfruta de la variante vegana del panadero ecológico. «Si usted pretende ser alguien especial, tiene que ser al menos vegano, vegetariano o al menos tener intolerancia a la lactosa», dice Hannemann. Sin embargo, los hipsters también pueden ser carnívoros. En este caso, lo mejor es optar por un döner kebab con pan integral o una hamburguesa gourmet. Todo lo demás sería demasiado normal. Así, por ejemplo, el hipster consume alimentos vendidos en la vía pública en vez de comer en un aburrido restaurante de comida rápida y en lugar de una simple Coca-Cola bebe yerba mate.

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