Un estudio norteamericano demostró que los ácidos esenciales Omega 3 contribuyen al desarrollo cognitivo de las personas desde la etapa de la gestación. Buena memoria, comprensión en la lectura y buena conducta son algunos resultados de su ingesta.
Son varios los beneficios que se conocen, en el ámbito de la salud, provenientes de los ácidos esenciales Omega 3, presentes en algunos alimentos como el pescado, los frutos secos y los huevos. Estos ácidos se comportan como medicamentos naturales en la prevención y tratamiento de algunas enfermedades o afecciones cotidianas. De esta manera, el consumo de ellos puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, aminorar el dolor de la artritis reumatoide, mejorar períodos dolorosos de la menstruación, disminuir lesiones cutáneas e incluso ayudar en el tratamiento de enfermedades psicológicas y psiquiátricas, como la depresión y la esquizofrenia.
Y dentro de este escenario, el huevo Omega 3 se presenta como «el huevo inteligente». Diversos estudios han demostrado que las personas que consumen en abundancia este ácido esencial, tendrían volúmenes cerebrales más altos a medida que se van haciendo mayores y mantendrían su salud cerebral en óptimas condiciones, por uno o dos años más, que las personas que lo consumen en menor cantidad.
Puntualmente, en el caso de niños y adolescentes, el Omega 3 es un componente muy benefactor durante la etapa de desarrollo y crecimiento de la masa cerebral ya que puede ayudar a formar las conexiones nerviosas que son fundamentales para sostener el desarrollo cognitivo y garantizar el rendimiento académico. Esta relación la confirma el estudio realizado en la Universidad de Oxford, EE. UU. el cual demostró que este ácido graso mejora el rendimiento de lectura, la memoria a corto plazo y la conducta. Así, este nutriente se asocia con puntuaciones más altas en pruebas de desarrollo visual y neurológico.
“Lo descrito por los investigadores, es una pieza más de información que apoya la importancia de una dieta con adecuado contenido de Omega 3 para una adecuada función neuronal”, analiza el Neurólogo de la Clínica Bicentenario, doctor Gonzalo Farías.
Y esto comienza desde la fecundación, ya que durante la última etapa del embarazo, que es cuando se desarrolla el sistema nervioso central (SNC), el feto requiere de DHA el cual es uno de los ácidos grasos Omega 3, necesario para la formación de neuronas.
El Omega 3 potencia el crecimiento de las neuritas de neuronas del hipocampo (parte del cerebro). A partir de esto, se concluye que problemas como el aprendizaje y la memoria, tienen directa relación con la deficiencia en el crecimiento de neuritas, causado por el bajo o nulo consumo de DHA. Con estos datos se comprende la importancia de incluir el Omega 3 en la alimentación. ¿Por qué hacerlo mediante el huevo?
En la actualidad, incorporar un huevo diario a la dieta (para una persona en condiciones de salud normales) se considera altamente saludable ya que proporciona indudables ventajas nutricionales. No hay que temer a comerlo todos los días o en una ración de 3 a 4 huevos a la semana, alternando su forma de preparación o incluyéndolo en diferentes recetas.
“Lo más recomendable es una dieta saludable con un adecuado balance entre ácidos grasos Omega 3. Esto se puede lograr en base a una dieta mediterránea y al adecuado consumo de Omega 3. En este sentido el consumo de huevos Omega 3 es una de las alternativas que se deben tener en cuenta para el adecuado desarrollo y mantención del sistema nervioso”, concluye el doctor Farías.
