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Fue el responsable de abrir al mundo las alocuciones que se iniciaron a mediados de los 80 y que iban dirigidas a públicos exclusivos para abordar materias de tecnologías, entretenimiento y diseño. Pero la agenda se abrió, tal como lo indica el propio lema de TED Talks, a todos aquellos temas que vale la pena que tengan difusión.
Charlas de exactos 18 minutos donde un solitario orador se explaya de pie en un escenario frente a una audiencia, sin notas de apoyo, sobre un tema determinado que maneja como ningún otro. Así son las charlas TedTalks, un formato audiovisual que se ha convertido en un verdadero canal de conocimiento al que cualquiera puede acceder. No es casualidad entonces que estos videos acumulen hasta ahora más de dos mil millones de visitas en la red.
Un artículo del diario El País recordó que la idea surgió hace poco más de tres décadas, cuando el arquitecto Richard Saul Wurman tuvo la idea de organizar una serie de conferencias para analizar la convergencia entre la tecnología, el entretenimiento y el diseño, temas que dieron origen a la sigla “TED”. Eran sin embargo alocuciones a las que sólo tenía acceso un selecto público que debía previamente pagar una elevada suma para asistir.
La primera charla fue en 1984, con motivo de la presentación del por entonces revolucionario Compact Disc de Sony, donde también tuvo lugar una demostración del primer computador Macintosh de Apple. Ya en los ’90 estas conferencias habían logrado consolidarse, pero terminaron por convertirse en un fenómeno global cuando en 2001 la marca Ted Conference fue adquirida por Chris Anderson, figura relevante en el desarrollo de los medios digitales y fundador de la página IGN y de Future Publishing.
Una de sus primeras medidas fue no restringir las ponencias a los tres temas originales. Y lo más relevante: abrirlas al mundo.
“Eran 800 personas juntándose una vez al año; ahora son un millón de personas viendo las charlas TED online cada día”, dijo el propio Anderson en una entrevista que concedió en 2012.
Cada exposición cuenta con el apoyo de varias cámaras y se fijó en 18 minutos, para emular el tiempo que utilizó Martin Luther King en su histórico discurso donde pronunció la frase “I have a draem”, el que se extendió por 17 minutos y 30 segundos.
Temas como robótica, música, astrofísica, biología e informática son sólo algunos de los que se pueden encontrar en las charlas Ted disponibles en Internet, que acumulan conocimiento tal como ocurría hace 2.500 años en Atenas con la academia que fundó Platón para el estudio de las matemáticas, pero que sin embargo se abocaba también al estudio de la astronomía, la retórica y la medicina.
Y es que, tal como lo indica el tema de TED, (“ideas worth spreading”), toda idea que valga la pena ser difundida, tiene asegurado un espacio.
Los soportes utilizados en Internet van desde Youtube hasta la propia página de Ted, y también iTunes y Netflix. Además la organización ha crecido con franquicias TEDx que se realizan de forma independiente con pensadores locales en todo el mundo.
Andserson publicó recientemente un libro sobre el recorrido de la iniciativa que encabeza, y que lleva por título simplemente “Charlas Ed”, donde revela algunos detalles tras bambalinas de algunos charlistas relevantes, como Dan Gilbert, Ken Robinson y la ex becaria estadounidense Monica Lewinski.
