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Cómo puede afectar la salud mental el consumo abusivo de alcohol Salud

Cómo puede afectar la salud mental el consumo abusivo de alcohol

El consumo de alcohol a largo plazo puede tener efectos acumulativos como el deterioro de las funciones ejecutivas como el razonamiento abstracto, la memoria funcional, la planificación, el control inhibitorio y la resolución de problemas; dependencia del alcohol; y demencia. 


Los problemas que causa el consumo de alcohol se hacen más evidentes los fines de semana largo donde aumenta muchísimo el factor de la conducción bajo la influencia del alcohol o en estado de ebriedad. 

La aceptación social de este fenómeno que quedó reflejado en un estudio que evidenció que un tercio de las personas cree que es aceptable manejar con un poco de alcohol por festividad y solo apenas un 11% teme causarle la muerte a un tercero en estas circunstancias.

Entre el universo encuestado, el 65% le tiene más temor a ser detenido por Carabineros que a provocar un accidente que pueda ocasionarles daños físicos o incluso la muerte (14%).

Además, un 50% consideró fácil evitar un control policial, esto podría deberse a las aplicaciones móviles que pueden alertar sobre estas fiscalizaciones.

Para Raúl Sánchez, psiquiatra, director del Centro Clínico del Animo y la Ansiedad, la ingesta de alcohol no solo tiene consecuencias inmediatas en el cuerpo. También su consumo excesivo impacta en la salud mental y tiene fuertes repercusiones psicológicas, generando ansiedad y malestar emocional donde las personas que padecen de trastornos de ansiedad pueden experimentar un empeoramiento de sus síntomas después de consumir alcohol.

Entre las consecuencias inmediatas se asocian dolores de cabeza y migrañas, tanto inmediatamente después de la ingesta como al día siguiente; sueño breve y de mala calidad, y deterioro cognitivo, incluida una reducción en la atención, el control de impulsos el juicio, la toma de decisiones y la concentración.

Además, puede provocar lagunas mentales y pérdida de la memoria de eventos que ocurrieron durante el episodio de intoxicación etílica; deficiencias psicomotoras que aumentan drásticamente el riesgo de lesiones cerebrales por accidente, violencia y sobredosis; y ralentizar las partes que controlan las funciones básicas de soporte vital como la respiración, la frecuencia cardíaca y el control de la temperatura, incluso, la sobredosis puede provocar la muerte.

Sin embargo, a largo plazo también tiene efectos acumulativos como el deterioro de las funciones ejecutivas como el razonamiento abstracto, la memoria funcional, la planificación, el control inhibitorio y la resolución de problemas; dependencia del alcohol; y demencia.

Sánchez explica que puede aumentar el riesgo de depresión y pensamientos suicidas y generar cambios en los patrones de sueño, el estado de ánimo, la personalidad, menor capacidad de atención, problemas de coordinación y afecciones psiquiátricas como ansiedad y depresión.

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