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Familiares de degollados afirman que nombramiento en Gendarmería golpea su dignidad


Los familiares de los profesionales comunistas Santiago Nattino, José Manuel Parada y Manuel Guerrero, secuestrados, torturados y degollados en 1985 por efectivos de la disuelta Dirección de Comunicaciones de Carabineros (Dicomcar) afirmaron que golpea su dignidad la designación del general (r) de Carabineros Iván Andrusco, ex miembro del alto mando del organismo, como nuevo director de Gendarmería.

«Nos hiere y ofende la designación de Andrusco» expresaron por medio de una declaración pública en la cual relataron que tras el secuestro de sus familiares el 28 de marzo de 1985 «no se tuvo noticia alguna de ellos hasta el 30 de marzo de 1985, cuando fueron encontrados sus cuerpos con marcas de tortura, extraídas sus uñas, quemados con cigarrillos sus orejas, con huesos quebrados, degollados y desangrados en el camino que une Quilicura con el Aeropuerto de Pudahuel».

«Quienes realizaron el crimen eran miembros de la Dicomcar, organismo del cual Andrusco era uno de sus miembros activos y con cargos de responsabilidad el mismo año en que ocurrieron los hechos. El sitio donde mantuvieron secuestrados y torturaron a nuestros familiares fue la sede de la Dicomcar, lugar donde Andrusco trabajaba a diario. En el proceso llevado adelante por la justicia Andrusco fue incriminado por sus colegas como encubridor y que sabía de los hechos», recalcaron.

Los familiares exigieron al Gobierno «la inmediata destitución de Iván Andrusco» , argumentando que es «inadmisible que una persona con estos antecedentes tenga la responsabilidad del orden, seguridad, cumplimiento de condenas en las prisiones y el resguardo de los Tribunales de Justicia».

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