Un año de pena remitida es lo que dictó el Segundo Juzgado de Garantía de Santiago a la educadora de párvulos María Eugenia Riffo, condenada por el cuasidelito de homicidio del niño de sólo tres años Borja López.
Esta mañana en el tribunal el Ministerio Público reformalizó a la mujer que olvidó al pequeño al interior de su auto cuando lo trasladaba al jardín infantil en que trabajó, provocando su muerte por asfixia y aprovechó la instancia para ofrecer un juicio abreviado en el que Riffo aceptó los cargos que le imputó la fiscalía.
La sentencia no se cumplirá con cárcel, sino que será en libertad, con firmas mensuales y vigilada por Gendarmería durante un año más de cumplida la sentencia.
En una primera instancia el Ministerio Público había formalizado por el delito de homicidio por omisión, pero al no poder acreditar que la parvularia tuvo intención de dejar al menor al interior del vehículo, se decidió reformalizarla por cuasidelito de homicidio.
María Eugenia Riffo se retiró de la audiencia sin realizar comentarios, mientras que el abogado de los padres de Borja López, Alfredo Morgado, manifestó su postura contraria con la fiscalía, pues para ellos siempre se configuraron «hipótesis siempre delictivas» por parte de la mujer.
upi/so
