A tan sólo dos días de las elecciones presidencial, parlamentarias y de consejeros regionales, analistas políticos de la Universidad del Pacífico desglosaron los principales relieves y falencias de la campaña y visualizaron el panorama e incertidumbres que espera este proceso.
El publicista y experto en marketing político, Sebastián Goldsack, criticó varios puntos de la campaña, cuyo periodo legal culminó ayer, señalando que la amplia gama de cargos que elegirán produjo una comunicación muy ruidosa, y eso «fue en desmedro de los proyectos o visión país que cada uno podía ofrecer. No hubo mucho espacio más que la comunicación de palomas con fotos de todos sonrientes».
Asimismo, fustigó que no había «ninguna herramienta que fuese más allá de lo que estábamos esperando ver. Como ejemplificador, cuando vimos la campaña de (Barack) Obama en su primera candidatura, dijimos esto revolucionó la forma de hacer publicidad política».
«En este ejercicio comunicacional hubo un abuso de la vía pública, hubo un abuso de ciertos elementos, pero ninguno que provocara una cosa muy distinta, al revés, todos estamos esperando que saquen las palomas luego, porque es la inundación de caras con fotos», acotó.
Por último, reprochó que la campaña «por algunos minutos se farandulizó. Existió una farándula política que comió más agenda mediática que los mismos candidatos, o sea, todos nos acordamos muchísimo más de la pelea de Parisi con Matthei que en la propuesta de Matthei o la de Parisi».
En términos de las franjas televisivas, en el caso de Evelyn Matthei «vimos mucho más a Evelyn y en la prensa vimos mucho más a Matthei. Una candidata alegre, jovial, que bailaba, pero que después salía a hablar y era la mujer dura, de un estilo político más agresivo, y eso pudo haber producido cierta disonancia cognitiva», dijo.
En cuanto a Michelle Bachelet, planteó que «su estrategia de no hablar, el famoso ‘paso’, se vio de una u otra forma reflejado en los principios de la campaña, hablaba todo el mundo menos ella».
INCERTIDUMBRES PARA EL DOMINGO
Por su parte, el cientista político Patricio Gajardo señaló que, a pesar que todas las encuestas indican como ganadora a la abanderada de la Nueva Mayoría en primera vuelta, «nos encontramos con varios panoramas inciertos: si va a haber o no segunda vuelta, cuál es la cantidad de votantes que van a participar y qué tipo de votantes serán, si seguirá siendo gente mayor o se incorporarán los jóvenes».
Respecto de la cantidad de personas que puedan concurrir a sufragar, extrapolando el caso de las pasadas primarias, donde hubo una participación mayor a la esperada, Gajardo pronosticó que «va a haber una votación importante, entre siete millones y medio y ocho millones, que es significativa en un marco de voto voluntario y de un resultado electoral predecible en términos finales».
Sobre los escenarios en segunda vuelta, el politólogo descartó la posibilidad que Franco Parisi pueda pasar, ya que «en la última etapa de la campaña hubo una efectividad en el ataque de Matthei, hasta qué punto incide en la imagen de ella está por verse en las elecciones, pero generó un resultado que se va a manifestar en la elección».
Agregó que el candidato independiente «está muy empatado con Marco Enríquez-Ominami, pero está distante de Evelyn Matthei, quien se va a posicionar en el segundo lugar sí o sí».´
Por la posibilidad de Bachelet de ganar en primera vuelta, Gajardo manifestó que está abierta y que, de obtenerse dicho resultado, la Nueva Mayoría tendría un éxito a nivel parlamentario mayor que en el caso que no se produzca, aunque no necesariamente esto vaya de la mano.
«La gente va primero a votar por la presidencial y después se plantea el tema de la parlamentaria, pero podría darse también el caso de algunos sectores que voten por Bachelet pero por la parlamentaria voten por candidatos de centro derecha u otros sectores», sostuvo.
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