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BCE rechaza presión de Geithner y FMI para combatir más la crisis


Funcionarios del Banco Central Europeo encabezados por el presidente Mario Draghi se resistieron a las exhortaciones del Fondo Monetario International y del Tesoro de los Estados Unidos destinadas a frenar la crisis de la deuda que enturbia la economía de la eurozona.

En tanto ayer concluyeron en Washington las conversaciones de los responsables de finanzas globales, los banqueros centrales de la eurozona, desde Draghi hasta el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, sostuvieron que han hecho lo suficiente rebajando las tasas de interés y emitiendo préstamos bancarios a plazos más prolongados.

“El Consejo Ejecutivo no ha discutido para nada el asesoramiento que brinda el FMI, en los últimos tiempos al menos”, dijo Draghi el 20 de abril mientras asistía a las reuniones del FMI en Washington. Wiedmann dijo en una entrevista que “los problemas de Europa no pueden resolverse mediante medidas de política monetaria”.

Funcionarios de Europa y del mundo entero riñen por las medidas adicionales para calmar la crisis, en tanto la turbulencia retorna al mercado de bonos del continente ante la preocupación de que España pueda necesitar un rescate. En tanto Draghi dice que España e Italia deben acordar más acciones, el gobierno del primer ministro Mariano Rajoy quiere que el BCE reactive su programa de compra de bonos.

España e Italia han hecho un progreso “notable” en lo que se refiere a cambios estructurales, dijo Draghi. Aun así, falta mucho para que los dos países completen el proceso, dijo.

“El BCE está trazando una línea para seguir presionando a los gobiernos de manera que realicen los ajustes necesarios”, dijo Megan Greene, responsable de economía europea en Roubini Global Economics LLC, que estuvo en Washington. “Si fuera imprescindible, el BCE intervendría pero por el momento esperará”.

Gobierno minoritario

Consideraciones políticas dominarán probablemente esta semana la eurozona. Francia llevó a cabo ayer la primera vuelta de su elección presidencial en dos partes, en tanto está previsto que el proceso llegue a su conclusión el 6 de mayo. Una derrota del presidente en funciones, Nicolas Sarkozy, reflejaría el destino de los gobiernos de Irlanda, Portugal, Grecia, Italia, España, Eslovenia y Eslovaquia que fueron destituidos desde el inicio de la crisis en el grupo monetario formado por 17 países.

En Holanda, el primer ministro Mark Rutte se reúne hoy con su gabinete para debatir una estrategia destinada a sancionar un presupuesto que cumpla con las metas de la Unión Europea. Probablemente se convocará a elecciones anticipadas después de que el Partido de la Libertad de Geert Wilders retiró su apoyo al gobierno minoritario el 21 de abril a raíz de la forma de reducir el déficit.

Ya antes de que el FMI utilizara la reunión en Washington para obtener nuevos fondos por más de US$430.000 millones para proteger la economía mundial de los males de Europa, el BCE recibió presiones para analizar medidas adicionales. El fondo sugirió la semana pasada que el banco con sede en Fráncfort bajara su tasa de interés de referencia y mantuviera sin modificaciones las medidas de liquidez de lucha contra la crisis para apoyar a los bancos.

Si bien se abstuvo de hacer recomendaciones detalladas, el secretario del Tesoro estadounidense Timothy F. Geithner también dijo que el BCE y otras autoridades europeas deberían actuar con decisión para poner fin al problema.

«El éxito de la siguiente fase de la respuesta a la crisis dependerá de la voluntad y la disposición de Europa, además del Banco Central Europeo, para aplicar sus herramientas y procesos en forma creativa, flexible y agresiva con el fin de apoyar a los países mientras implementan reformas y se adelantan a los mercados”, dijo Geithner al FMI.

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