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Las sucursales de HSBC México son las favoritas de los traficantes de drogas, dice EE.UU.


Las sucursales mexicanas de HSBC Holdings Plc eran tan conocidas para los traficantes de drogas como el lugar donde lavar el producto de las ventas ilegales que los carteles empezaron a usar cajas especiales para acelerar las transacciones, informaron los fiscales estadounidenses.

De 2006 a 2010, el cartel mexicano de Sinaloa y el cartel del Norte del Valle de Colombia movieron más de US$881 millones a través de la filial estadounidense de HSBC, señaló Lanny Breuer, asistente del procurador general de la división penal del Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Breuer, junto con la fiscal general Lorretta Lynch de Brooklyn, Nueva York, ayer anunció que el banco había acordado pagar como mínimo US$1.900 millones para cerrar una investigación sobre lavado de dinero.

“Estos traficantes no tenían que esforzarse mucho”, dijo Breuer en una conferencia de prensa en Brooklyn. “A veces depositaban cientos de miles de dólares en efectivo en un solo día en una sola cuenta utilizando cajas diseñadas para entrar perfectamente en las dimensiones de la ventanilla del cajero en las sucursales mexicanas de HSBC”.

En total, las filiales estadounidenses y mexicanas del banco dejaron de supervisar más de US$670.000 millones en transferencias electrónicas y más de US$9.400 millones en compras de dólares estadounidenses a HSBC México, explicó Breuer.

El banco más grande de Europa acordó pagar por lo menos US$1.900 millones como parte de un acuerdo de enjuiciamiento diferido para cerrar investigaciones sobre lavado de dinero, incluida una multa de US$1.250 millones, la mayor que haya pagado un banco, informó Estados Unidos ayer. El banco también aceptó pagar US$665 millones en multas civiles.

Enjuiciamiento diferido Conforme a un acuerdo de enjuiciamiento diferido, el gobierno permite que un acusado evite los cargos cumpliendo con ciertas condiciones –como el pago de multas- y comprometiéndose a reformas específicas, ya sea con el asesoramiento de un supervisor o con la creación de un panel de supervisión interno.

Los intentos del máximo responsable ejecutivo de HSBC Stuart Gulliver para reducir costos y aumentar la rentabilidad se han visto afectados por las investigaciones estadounidenses y por demandas de indemnización de los clientes británicos. Una comisión del Senado en julio dijo que los laxos controles de los altos ejecutivos de HSBC dieron a los terroristas y los carteles de la droga acceso al sistema financiero estadounidense. El acuerdo es el más grande a que se haya llegado en los Estados Unidos por cargos como estos, ya que supera los US$619 millones en multas que en julio pagó ING Groep NV de los Países Bajos.

“Aceptamos la responsabilidad por nuestros errores pasados”, expresó Gulliver en un comunicado. “Hemos dicho que los lamentamos profundamente y volvemos a hacerlo. El HSBC hoy es una organización fundamentalmente diferente de la que cometió esos errores”.

La decisión de no enjuiciar a HSBC fue del Departamento de Justicia y se vio influenciada por factores como el impacto de la investigación en los empleados de la compañía y el posible efecto económico, aclaró Breuer.

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