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Argentina impone una devaluación encubierta al reducirse las reservas


Argentina recurre a una devaluación monetaria encubierta en momentos en que el país redobla los esfuerzos para proteger las debilitadas reservas de divisas, su principal fuente de financiamiento para el pago de bonos.

El organismo impositivo del país elevó el impuesto a las compras con tarjeta de crédito en el extranjero de 15 por ciento a 20 por ciento el 18 de marzo luego de que la deuda vigente por las tarjetas, que los argentinos usan para eludir los controles monetarios cuando viajan al exterior, trepó a un récord de US$494 millones el mes pasado. Con el aumento del impuesto, ahora cuesta 6,1 pesos comprar un dólar de productos u obtener un adelanto de dinero fuera del país usando la tarjeta de crédito, mientras que antes el costo era de 5,9 pesos.

La presión sobre las reservas, que cayeron al nivel más bajo en seis años de US$41.000 millones, reduce la capacidad de Argentina para pagar a los bonistas en tanto la influencia de la presidente Cristina Fernández de Kirchner en la economía hace subir los costos de endeudamiento en el exterior a casi tres veces el promedio de 4,94 por ciento de los mercados emergentes y lleva al país a emitir pesos para financiarse. El intento de Fernández de revertir el primer déficit turístico en más de una década no bastará para evitar que los argentinos compren más dólares ya que el precio del “dólar turístico” sigue siendo más bajo que el récord de 8,5 pesos que alcanzó la moneda estadounidense en el mercado negro de las calles de Buenos Aires.

“Aumentar el impuesto no va a poner fin a ese tipo de acumulación de dólares, que erosiona las reservas”, dijo en entrevista telefónica José Luis Espert, que dirige la firma de investigación de Buenos Aires Espert Asociados. “El objetivo de mantener el dinero en el país no podrá alcanzarse mientras la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo sea tan amplia”.

Viajes de compras

Alfredo Scoccimarro, portavoz presidencial, no respondió un correo electrónico de Bloomberg News en el que se le pedían comentarios sobre el impacto del impuesto en las reservas y los gastos en el exterior.

Las reservas argentinas de divisas ahora llegan a menos de la mitad de sus obligaciones de deuda externa de US$81.000 millones. Los inversores en bonos ahora exigen un promedio de 14,06 por ciento de interés para prestarle al país sudamericano, que no toma préstamos en el exterior desde su cesación de pagos de US$95.000 millones en 2001.

Estados Unidos recibió a 524.548 turistas argentinos en los primeros diez meses de 2012, según la Oficina de las Industrias de los Viajes y el Turismo de ese país, lo que implica un salto del 19,5 por ciento respecto del mismo período del año anterior, cuando Fernández comenzó a restringir el acceso a los dólares en los días que siguieron a su reelección. Argentina está entre los quince primeros países en cantidad de turistas que visitan los Estados Unidos, muestran los datos.

El año pasado, el gasto de los argentinos en el extranjero dio un salto del 10 por ciento a US$3.200 millones, mientras que el gasto de los turistas que visitan el país sudamericano cayó 12 por ciento a US$3.100 millones.

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