A pesar del mal rato que pueda implicar para muchas mujeres, recibir groseros e insistentes mensajes en sus teléfonos o redes sociales no es delito y tendrán que seguir soportándolo sin que la ley las proteja.
Andrea Hoffmann presentó una denuncia ante la fiscalía de Las Condes por el acoso por WhatsApp que ha recibido de un desconocido durante las noches desde hace mucho tiempo.
«Desde hace cuatro años he recibido algunos llamados al principio bastante erráticos, pero cada vez fueron más seguidos y más cargante. Siempre llamaban de noche y de distintos números porque yo los iba bloqueando. Pero se nota que son de la misma persona. Lo reconocí por sus faltas de ortografía y por las fotos que me enviaba de sus partes intimas», explica la locutora de radio ADN.
Pese a que Hoffmann hizo la denuncia, sabe que existe un vacío legal pues la ley solo sanciona el acoso a menores de edad. «Lo más probable es que me envíen una carta para terminar con la investigación porque es muy difícil determinar quién lo hizo», explica Hoffmann.
Esto lo reafirma el ex subsecretario de telecomunicaciones y experto en derecho digital, Pedro Huichalaf, quien explicó que «el acoso por whatsapp o internet no es constitutivo de delito y es muy difícil de probar ya que muchas veces se usan teléfonos de prepago, por lo que es imposible ubicar al dueño».
Mensajes que recibe Andrea Hoffmann. Foto: @fuentessilva
El problema se da porque con el acceso a la tecnología se puede comprar un chip en cualquier lado y las compañías no son responsable de los usuarios. Además, al cambiar el chip, cambia la dirección IP por lo tanto es difícil hacer el seguimiento.
«Cuando las amenazas son consecutivas, se puede realizar una denuncia por acoso, pero mientras no exista una amenaza de muerte u otro crimen no se tipifica como delito propiamente tal, a lo más puede ser una falta a la moral», señala Huichalaf.
Esto también fue confirmado por fuentes de la PDI quienes explicaron que no existe delito de acoso por internet y que las denuncias son derivadas a la fiscalía y la mayoría de las veces desestimadas porque es imposible perseguir al autor. Además, en el caso de whatsapp no pertenece al cibercrimen porque es un teléfono de acceso personal, no son redes sociales.
Andrea no ha sido la única famosa que ha sido víctima de acoso gracias a las nuevas tecnología. Hace unos meses, la actriz Ingrid Parra amenazó con publicar algunas de las «asquerosas» imágenes que recibía de algunos de sus seguidores en las redes sociales.
«No me envíen fotos de sus penes! No me interesan!!! Sea respetuoso y educado! Será mucho pedir? Voy a empezar a publicarlos! Asquerosos!», señaló en su oportunidad.
Así mismo, otros casos se han conocido como el de Tatiana Farkas, hija de Leonardo Farkas, quien cerró su cuenta de Instagram por la aparición de mensajes «pervertidos», o de Catalina Vallejos, locutora de radio, que fue a la PDI a denunciar a un usuario que la molestaba con fuertes palabras en redes sociales.
Pero no todos están de acuerdo con esta impunidad. Camila Maturana, dirigenta del colectivo feminista Humanas, tiene otra mirada. «El acoso sexual por internet también es una manifestación de violencia contra las mujeres, y esta violencia además es ejercida por un anónimo, por lo que la respuesta estatal y de la sociedad no se agota con la sanción penal -que debiese existir- sino que hay que instalar y entender que este tipo de violencia puede ser igual de peligrosa que cualquier otro tipo de amenaza», señala.
Por eso cree que deben existir campañas públicas de prevención específicamente dirigidas a evitar el acoso por internet «con una coordinación con las redes sociales para que los usuarios que ejerzan este tipo de violencia sean eliminados de dichas redes, al igual que sus mensajes»
Y es que el acoso por internet es un tema preocupante también para las distintas plataforma de redes sociales. Este martes, por ejemplo, Twitter anunció que implantará una serie de medidas para luchar contra el acoso y el abuso en esta red social. «Hacer de Twitter un lugar más seguro es nuestro objetivo primordial. Defendemos la libertad de expresión (…) que se pone en peligro cuando el abuso y el acoso ahogan y silencian esas voces. No lo toleraremos y lanzaremos nuevos esfuerzos para detenerlo», señaló la compañía en su blog corporativo.
Foto portada: Yo fuí
