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Brad Pitt habla por primera vez tras su divorcio: “Estaba bebiendo demasiado. Se había convertido en un problema” Mea Culpa

Brad Pitt habla por primera vez tras su divorcio: “Estaba bebiendo demasiado. Se había convertido en un problema”

El actor concedió a la revista GQ Style la primera entrevista desde que se separó de Angelina Jolie. Y admite que el alcohol fue una de las causas del alejamiento de su ex mujer, quien al parecer fue la que tomó la decisión de terminar para siempre. La estrella asegura que dejó la bebida.


Han pasado alrededor de ocho meses desde que Angelina Jolie y Brad Pitt anunciaron su divorcio. Una sorpresa para el mundo entero, porque parecían una de las parejas más estables de Hollywood. Sin embargo, lo que vivían en su intimidad parece no ser tan ideal como se veía en las alfombras rojas y las revistas de papel couché. Visiblemente delgado y con un aire de tristeza, Brad ocupa la portada de la revista GQ Style y habla por primera vez de estas semanas solitarias y alejado de su familia. Además aprovecha de mostrar los parques nacionales norteamericanos en una artística sesión de fotos.

 

Claro que sus imágenes no han generado conmoción mundial, como sí lo hicieron sus confesiones. Si bien no lo dice de manera directa, lo que se infiere de sus propias y sinceras palabras es que su divorcio con Angelina se habría provocado por sus problemas con el alcohol. «No recuerdo ni un día desde que salí de la universidad en el que no hubiera estado bebiendo o me hubiera tomado algo», admite. «Cuando formé mi familia detuve todo excepto el alcohol. Incluso este último año estaba bebiendo demasiado. Se había convertido en un problema», agrega.

En la actualidad, Pitt asegura no estar bebiendo pues no quiere vivir así «nunca más». Nada raro, pues trascendió que para seguir viendo a sus hijos debe someterse a pruebas de drogas y alcohol. La bebida la reemplazó con jugo de arándanos y soda. «Tengo una bodega y me gusta mucho el vino», admite y luego bromea: «Tengo el tracto urinario más limpio de todo Los Angeles, te lo garantizo».

También explica que los largos períodos lejos de casa le pasaron factura a la que hasta su divorcio era una de las parejas más envidiadas de Hollywood. Amante de la familia, Brad contó que lo difícil que fue el tiempo en que no podía ver a sus hijos, que son los que más sufren en este proceso de divorcio. «Nadie gana en la corte, escuché decir a un abogado. Y es así. Pasas un año concentrado en construir tu defensa para probar por qué tú estás en lo correcto y ellos no. Y los que quedan en el medio son los niños», reflexiona.

 

El actor de El Club de la Pelea y Seven, relata que las semanas después de que Angelina Jolie pidiera el divorcio estaba demasiado devastado como para regresar a su casa en Beverly Hills. Así que decidió dormir en el piso de un amigo, David Fincher, durante seis semanas mientras trataba de hacer frente a la pérdida de su pareja y de su familia. «Era muy triste estar aquí al principio, así que fui y me quedé en el piso de un amigo, un pequeño bungalow en Santa Mónica. Estuve ahí cerca de un mes y medio, hasta que me di cuenta que había una camioneta vigilando la puerta y se habían metido en la computadora de mi amigo. Me dio miedo estar ahí», reveló.

Brad Pitt también cuenta que está yendo a terapia sicológica. «He pasado por dos psicólogos hasta encontrar la correcta», declara. Esta semana se ha dado a conocer que tanto Pitt como Angelina Jolie asisten a la terapia de la prestigiosa terapeuta de Hollywood Katherine Woodward-Thomas, que ayuda a la expareja a organizar la familia.

La actriz ganadora de un Oscar solicitó el divorcio en septiembre en la Corte Superior de Los Ángeles alegando diferencias irreconciliables, según documentos judiciales. La separación se produjo repentinamente, tras un incidente en un avión privado en el que se supo que Pitt perdió los nervios frente a uno o más de sus seis hijos. Jolie solicitó la custodia física completa de los hijos de la pareja, con derechos de visita para Pitt. En noviembre, Pitt fue absuelto de las denuncias de abuso infantil y solicitó la custodia compartida de sus hijos. La pareja negocia ahora en privado los términos de su divorcio.

Mientras Brad volvió a la casa que compartían. «La casa siempre fue caótica y loca, voces y ruidos venían de todos lados y vinieron días muy tranquilos, empecé a trabajar con un amigo escultor. He estado deprimido. Pero sé que estoy en medio de este proceso. Sólo quiero pararme y mirar. El primer impulso es aferrarse y después viene el cliché: si amas a alguien, déjalo libre. Ahora entiendo lo que quiere decir amar sin contrato de propiedad, no esperar nada a cambio», abre su corazón, dando a entender que dejó a su ex y a su familia volar en libertad.

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