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La importancia de dividir las tareas del hogar sin replicar estereotipos de género durante la cuarentena BRAGA Crédito: Daria Shevtsova / Pexels

La importancia de dividir las tareas del hogar sin replicar estereotipos de género durante la cuarentena

Desde que el Gobierno decretó la cuarentena obligatoria para ciertas comunas del país, las familias han tenido que replantearse sus rutinas diarias y convivir juntos más que nunca. Los quehaceres del hogar, en este sentido, han sido un rol que históricamente se ha asociado a las mujeres, pero con los nuevos paradigmas que invitan a derribar estas concepciones, las familias se están replanteando cómo llevar una buena convivencia sin cargarle todas las tareas a una sola persona.


A pesar de que la cuarentena obligatoria aún no se establece a nivel nacional, son muchas las personas que han preferido y tienen el privilegio de poder llevar una cuarentena voluntaria para evitar los contagios por coronavirus. En ese mismo contexto, son siete las comunas en Santiago que se encuentran en cuarentena obligatoria y día a día se suman más ciudades a lo largo del país, dependiendo del avance y alcance de la enfermedad.

Permanecer al interior de sus hogares significa para las familias plantearse nuevas rutinas, ya nada es como antes y quieran o no, deben estar más unidos que nunca, lo que a veces va generando ciertos roces entre los integrantes del clan familiar, quienes a su vez, deben replantearse quién realiza las tareas del hogar que todos comparten durante tantas horas, rol que durante décadas fue impuesto a las mujeres, pero que hoy, ante las nuevas generaciones y formas de ver la vida, son replanteados, por consiguiente, buscar un equilibrio en donde exista una real división de tareas que no agobie y ayude a mantener una mejor convivencia.

Sobre esto se refirió el médico psiquiatra, Rubén Bernasconi y la psicóloga Mónica Fernández, para el medio El Clarín. Ambos profesionales son miembros del espacio “Crecer y Ser”, un sitio online que trabaja en la identificación de las emociones y cómo abordarlas.

En este sentido, ambos expertos aseguraron la importancia de evaluar, en primer lugar, dónde está la familia y su número de integrantes para prevenir conflictos, puesto que “no es lo mismo compartir un departamento con cinco habitaciones, que uno con dos, o que sean tres o cinco integrantes”, analizaron.

“Es responsabilidad de todos al compartir más tiempo del habitual el limpiar, ya que se genera desorden y las cosas se ensucian y amontonan. Hay que ser bastante tajantes con este límite porque puede ser motivo de un conflicto serio. Incluso si hay niños chicos, ellos pueden ordenar sus juguetes», dicen los expertos.

La consecuencia de una mala distribución es que “el que quede recargado de tareas -más allá de la situación en la que estamos- producirá un estrés que lo llevará a la irritabilidad, al enfrentamiento y a un conflicto de intereses que terminará como mínimo en una pelea”.

Es por ello que realizan las siguientes recomendaciones:

  1. La generación de un espacio:

«Es importante la generación de un espacio para que cada uno de los integrantes pueda desarrollar alguna tarea que le satisfaga, como leer, cocinar, armar un rompecabezas, etc. Algo que le haga bien. Si eso no es posible porque no hay habitaciones suficientes o el ambiente no es muy grande, podemos hacer como en el jardín de infantes: generar rincones. Que cada uno tenga su rincón, su espacio para poder desarrollar algo que le guste y le interese», propone Bernasconi.

  1. Respetar los ritmos de cada uno

«Si estamos conviviendo todo el tiempo, y una persona tiene un ritmo de caos en general para moverse, desordenando y dejando cosas a medio hacer, y el otro tiene un ritmo más fluido, despacio, y más organizado, en algún momento es probable que choquen. Entonces lo mejor es poder hablarlo», cuenta Fernández.

  1. Respetar los intereses

“Por ejemplo, a alguien le gusta mucho leer y puede estar horas leyendo, y a lo mejor el que está al lado quiere bailar, entonces, que baile pero que le permita al otro leer. Esa es la idea”, analizan los expertos.

  1. Hacer cosas juntos y separados

Esto va especialmente dirigido para los padres, el objetivo es que no intenten que todas las actividades de la casa sean “en familia”, porque todos tienen intereses distintos, es por ello que es importante permitir los momentos de esparcimiento individuales tanto como los familiares.

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