«Ser capaz de reconocer estos comportamientos es clave para poder ayudarlos», aseguró la Psicóloga Clínica, Carolina Reyes Cristi.
La Unicef define el abuso sexual como las prácticas sexuales que pueden ir desde tocamientos, exposición de los órganos sexuales y masturbación frente a un niño, niña o adolescente, hasta violaciones impuestas por un adulto, independientemente de la forma en que se ejerza la coerción violencia física, amenazas y abuso de confianza.
Según cifras entregadas por el Centro y Estudio de Análisis del Delito, en Chile sólo en 2019 se registraron 4.520 casos de abuso sexual contra mujeres menores de edad, de los cuales 2.826 fueron contra niñas menores de 14 años. En cuanto a los hombres, en ese mismo período hubo 807 casos contra menores de edad, de los cuales 667 fueron contra menores de 14.
Estos datos develan la alta tasa de abusos cometidos en la adolescencia, una etapa de la vida que trae consigo muchos cambios y transformaciones. Este hecho, complejizaría el poder detectar señales más claras de abuso. Pese a esto, existen ciertos comportamientos que los padres pueden identificar. Carolina Reyes Cristi, Psicóloga Clínica y Magíster en Psicología Educacional, te entrega algunos consejos a reconocer.
1-Cambios en la conducta: Si tu hijo/a se comportaba de una determinada manera y de pronto cambia. Es decir varía su manera de actuar, y ya no lo reconoces, puede ser una señal de alerta. “Si intentas conversar con él o con ella y los resultados son bastante infructuosos o lo notas de manera repentina con más rabia o rebeldía puede ser una señal de alerta». La especialista explica que muchos adolescentes comienzan a salir más del hogar, a pasar más tiempo fuera y a realizar fugas de la casa. Sobre todo si el abuso ha sido por algún miembro de la familia.
2-Mayor introversión u ostracismo: Los adolescentes suelen experimentar mayores momentos de introversión, producto de esta etapa, sin embargo, “si este cambio es abrupto y tu hijo está exageradamente hermético o extremadamente silencioso, puede ser una señal de alarma”, enfatiza Carolina Reyes Cristi.
3-Baja en el rendimiento escolar: De pronto, no tiene ganas de estudiar, no quiere realizar las tareas, se presenta distraído en la sala de clase, los profesores los describen como ausentes y de alguna manera desconectados con el contexto escolar.
4-Conocimientos y/o experiencia sexual inapropiada: Esta señal es la que mantiene una relación más directa con el abuso y en ese sentido es más fácil de reconocer. Tu hijo/a adolescente presenta conocimientos de sexualidad o relata experiencias sexuales inapropiadas para su edad y que no corresponden con su etapa del desarrollo.
5-Consumo de drogas: Los adolescentes que han sido abusados pueden comenzar a incursionar en ciertas situaciones de riesgo, que impliquen, por ejemplo, consumo de drogas. Esto lo hacen como una manera de poder canalizar este sufrimiento, ya que de esta forma buscan un “alivio emocional” pasajero o momentáneo del dolor que están sintiendo.
¿Cuáles son las consecuencias psicológicas que puede tener un adolescente abusado?
Carolina Reyes Cristi, explica que las consecuencias psicológicas son variadas y múltiples. “Los adolescentes experimentan mucha vergüenza. Otras veces, también se sienten culpables, sobre todo, si son abusos que vienen desde hace muchos años, porque piensan que ellos han sido responsables de esta situación».
La Primera Encuesta Nacional de Polivictimización en Niñas, Niños y Adolescentes, aplicada a estudiantes de 7º básico a 3º medio de establecimientos educacionales de las 15 regiones del país (2017), identificó que, a medida que aumenta el número de victimizaciones sufridas por una o un menor, se declaran mayores síntomas depresivos, así como consecuencias negativas a largo plazo. Sobre este sondeo, la psicóloga argumenta: “Un adolescente abusado puede caer en una depresión, ya que el impacto emocional es tremendamente desestructurante y traumático. A su vez, pueden presentar trastornos de angustia o hacerse cortes en las muñecas, los brazos y las piernas, ya que finalmente, tienen una emoción de angustia, de impotencia, de rabia tan potente dentro de ellos que, la única manera en la que ven cómo poder calmarla es a través de las autolesiones».
La importancia de la comunicación y la confianza
La prevención del abuso sexual es clave, por lo que la especialista recomienda comenzar este tipo de conversaciones desde temprana edad, de esta manera, los padres generan confianza con sus hijos desde que son pequeños. “Es fundamental que eduquen a sus hijos conversando con ellos sobre sus partes íntimas, que aprendan a identificarlas y sepan la importancia de cuidarlas, también reforzarles el carácter privado de éstas y que solamente pertenecen a ellos” y agrega, “también orientarlos a identificar cuáles son las personas de confianza en el caso que el niño o la niña necesite recurrir en caso de algún problema». Finalmente aconseja la importancia que aprendan a diferenciar entre los “secretos buenos” y los “secretos malos”.
A diferencia de lo que ocurre en la infancia, en la adolescencia se complejiza el abordaje, ya que dadas las características de la etapa, se produce una “ruptura” de la comunicación con los hijos. Los adolescentes presentan una necesidad de mayor introversión y comienzan a distanciarse de sus figuras parentales, por lo que la comunicación se hace más difícil. Sin embargo, los padres igual pueden encontrar momentos o instancias para generar alguna conversación. Esta se puede dar desde, por ejemplo, compartir alguna película donde se trate el tema del abuso, se puede conversar también, en torno a alguna noticia, a algún documental o un video que permita abrir el tema con mayor naturalidad.
Cuando un adolescente devela un abuso, puede ser alguno sufrido hace poco tiempo, pero en muchos casos, son abusos sexuales que vienen perpetuándose hace muchos años y que, una vez llegada la adolescencia, por algún motivo, el adolescente decide develar, generalmente frente a una persona que él o ella siente de mucha confianza.
Lo más importante en el abordaje de este tema, es siempre transmitirle la idea de la incondicionalidad del vínculo y del apoyo. Explicarles que siempre estaremos con ellos y decirles que no deben sentirse culpables ni avergonzados y que siempre van a estar allí para apoyarlos, pase lo que pase. Muchas veces los adolescentes ocultan un abuso sexual por vergüenza, por temor a las consecuencias y a la reacción de los padres, por lo que crear un lazo de confianza, es fundamental.