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La postergación de la encuesta nacional del uso del tiempo y las implicancias de no poder evidenciar la desigualdad estructural que afecta a las mujeres BRAGA crédito: Aton Chile

La postergación de la encuesta nacional del uso del tiempo y las implicancias de no poder evidenciar la desigualdad estructural que afecta a las mujeres

Javiera Bruna
Por : Javiera Bruna Fonoaudióloga y Comunicadora
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La versión 2020 de la ENUT (encuesta nacional del uso del tiempo), fue postergada a consecuencia de la emergencia sanitaria y la conjunta reducción presupuestaria derivada de la crisis. Si bien los motivos que se esgrimen desde la institucionalidad cobran sentido con la realidad del país, Comunidad Mujer, el Observatorio de políticas económicas – OPES y la Cooperativa de economía feminista Desbordada, en conjunto con organizaciones de mujeres destacan la importancia de incluir la aplicación de la encuesta en la discusión presupuestaria 2021 para que sea llevada a cabo de forma impostergable durante el próximo periodo. El Mostrador Braga conversó con Paula Poblete, directora de estudios de Comunidad Mujer, quien releva la importancia de implementar estudios con criterios objetivos para instalar las perspectivas de género en la agenda política.


Con sólo una versión anterior realizada en 2015, la encuesta ENUT (encuesta nacional del uso del tiempo) versión 2020 ha sido postergada a causa de la emergencia sanitaria, sin embargo a pesar de la existencia de un motivo para su cancelación, el INE (Instituto Nacional de Estadística), organismo encargado de su aplicación, no ha esgrimido argumentos públicos sobre este hecho, ni ha planteado alternativas para una posible reprogramación. Esta situación despierta preocupación al interior de las organizaciones de mujeres, debido a la importancia de valorizar el tiempo de trabajo, más en el marco de la pandemia en que las brechas de género respecto de este ítem se han profundizado de manera importante.

¿Qué consecuencias puede traer para las mujeres postergar esta encuesta que cuantifica el uso del tiempo en actividades diarias? Para relevar la importancia que la ENUT tiene para las perspectivas de género y el uso del tiempo, El Mostrador Braga conversó con Paula Poblete, directora de Estudios de Comunidad Mujer, quien destaca la importancia de contar con estudios que sustenten la discusión sobre las brechas de género con criterios objetivos y de esta forma “evitar que se instalen en la opinión pública percepciones sesgadas por la propia experiencia”.

Por lo tanto, disponer de la información recopilada a través de esta encuesta, aportaría en la construcción de estudios e intervenciones sociales basadas en visiones de género que busquen enriquecer la calidad de vida de la mujer en el espacio público y privado, “conocer la magnitud del tiempo que hombres y mujeres destinan al trabajo doméstico y de cuidado no remunerado es el primer paso para poder generar políticas públicas que sean eficaces en reducirlo y distribuirlo de manera más igualitaria, y al mismo tiempo, reconocerlo como parte vital del desarrollo económico y social del país”, explica.

El sentido de urgencia ante la aplicación de la ENUT

El INE no ha informado públicamente la cancelación de la encuesta, ni ha propuesto una posible fecha de reprogramación y es partir de esta situación que Comunidad Mujer y una veintena de organizaciones de mujeres, no se han hecho esperar para instalar el sentido de urgencia respecto de la realización de la segunda versión de la ENUT. Es por esto que han puesto en circulación una carta digital que exige llevar a cabo de forma impostergable este proceso durante el año 2021.

En este sentido, los datos que esta encuesta entrega “son cruciales para analizar una de las desigualdades más estructurales que afectan a las mujeres: la marcada carga de trabajo doméstico y de cuidado realizados mayormente dentro del hogar”, según informan desde Comunidad Mujer, destacando que “sin datos de calidad y actualizados que reflejen la magnitud y la composición del trabajo no remunerado realizado, es imposible pensar en políticas públicas que permitan superar este peso injusto que recae sobre la mayoría de las mujeres del país”.

“A partir de esta información se deriva la necesidad de un ordenamiento donde prime la corresponsabilidad parental y social, del que se colige un sistema nacional de cuidados de acceso universal”, subraya Paula Poblete y sobre este punto, amplía la discusión hacia las áreas de educación, trabajo y pensiones “de igual modo, se refresca necesidad de un sistema educacional libre de estereotipos de género, que forme a futuras generaciones corresponsables. Además, el conocimiento del aporte de este trabajo a la economía tensiona la discusión de su reconocimiento en el sistema de pensiones y en la nueva Constitución”.

Respuestas institucionales y el valor de los estudios sociales

Si bien la envergadura de la encuesta está clara, las razones de su cancelación no lo están del todo. Comunidad Mujer informa que el Portal de Transparencia no ha esclarecido suficientemente los motivos de la postergación; sin embargo una de las causas informadas sería la reducción presupuestaria impuesta por contingencia sanitaria, motivo que si bien “es entendible” para la organización, genera inquietud sobre el futuro del instrumento de estudio social “la incertidumbre frente a esta situación, y a la posibilidad de nuevas postergaciones, amerita poner las alertas en la discusión pública, solicitando claridad a las autoridades respectivas sobre el estado del proyecto de la ENUT 2020, en especial dentro del contexto de la pronta discusión sobre la Ley de Presupuestos 2021”.

Incluir la encuesta dentro del presupuesto 2021 para asegurar su aplicación, es imperativo para las representantes de Comunidad Mujer puesto que “suspender esta encuesta va en contra de los compromisos adquiridos nacional e internacionalmente, de las demandas del movimiento feminista y del avance de políticas públicas efectivas que permitan cerrar las brechas de género que enfrentan las mujeres”, lo que además se profundiza en el contexto de la pandemia, “donde las medidas de confinamiento y la precarización de los empleos han incrementado sustantivamente la carga de trabajo doméstico y de cuidados, como han indicado diversos estudios”, por tanto la obtención de resultados sean validados bajo rigurosidad estadística.

Respecto de la rigurosidad estadística y el posterior uso de los datos para esbozar nuevos estudios e intervenciones sociales, la directora de estudios de comunidad Mujer, explica que hasta la aplicación en la primera versión de ENUT el año 2015, Chile junto a Paraguay “eran los únicos países de latinoamerica que no tenían una encuesta de este tipo” y expone que tras la presentación de los resultados de esa versión de la encuesta, la organización dio lugar a tres publicaciones: “Uso del tiempo y la urgencia por compartir las tareas domésticas y de cuidado” (2017), “Cuidado y nuevas desigualdades de género en la división sexual del trabajo” (2018) y la última de ellas, lanzada recientemente en marzo: “¿Cuánto aportamos al PIB? Primer Estudio Nacional de Valoración Económica del Trabajo Doméstico y de Cuidado No Remunerado en Chile”.

Finalmente connota que “hubiese sido difícil activar todas estas discusiones sin la ENUT sobre la mesa. Por lo mismo, es crucial que estas estadísticas estén disponibles de manera sistemática y frecuente, como mínimo cada 5 años, porque lo que no se mide, no existe, lo que no se mide, no se gestiona y es muy importante que podamos ir monitoreando los avances en la reducción y redistribución del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, asunto que es mandato de la política pública, dado los diversos compromisos internacionales suscritos”.

Las organizaciones involucradas extienden su llamado al  Ministerio de la Mujer y Equidad de Género y al Ministerio de Economía (a cargo del INE), a entregar información clara sobre el estado de la ENUT 2020 y asegurar su pronta ejecución a través de su incorporación en el presupuesto 2021, que a su vez contemple un plan de trabajo que permita estudiar en profundidad las desigualdades de género existentes en el trabajo doméstico y de cuidados, el que –a su parecer- debe ser entendido como compromiso del Estado con la actual situación de las mujeres.

Adhieren al llamado liderado por Comunidad Mujer, Cooperativa de Economía Feminista Desbordada; Observatorio de Políticas Económicas – OPES; Observatorio de Género y Equidad; ABOFEM; Fundacion CulturaSalud / EME; Estudios Nueva Economía; Magister en Estudios de Género y Cultura, mención en Ciencias Sociales; Red de investigación en Interseccionalidad; Red de Investigadoras; Asociación Yo Cuido; Juntas en Acción; Corporación Descentralizadas; Género y Prácticas de Resistencia; Enclave Feminista Janequeo; Fundación Crea Equidad; Frente Feminista Convergencia Social; Frente de Mujeres Progresistas Tati Allende; Comisión de Mujeres Partido Comunista.

Revisa la carta aquí

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