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Estudio sobre flexibilidad laboral: «Teletrabajar en pandemia se ha caracterizado por extensas e inarticuladas jornadas laborales para las mujeres» BRAGA Créditos: Foto de Ketut Subiyanto en Pexels

Estudio sobre flexibilidad laboral: «Teletrabajar en pandemia se ha caracterizado por extensas e inarticuladas jornadas laborales para las mujeres»

Entre los principales resultados de un estudio realizado por la Red de Mujeres de Alta Dirección (Redmad) en conjunto con la Asociación Española de Ejecutivas y Consejeras, EJE&CON, se destaca que hay una visión compartida entre empleadores y ejecutivas de Chile y España, respecto a que la flexibilidad laboral (expresada en teletrabajo) trae múltiples beneficios: mejor conciliación y calidad de vida, disminución del ausentismo laboral, mayor productividad y mejor estructura de costos, en el caso de las empresas, pero también un costo a la vida personal debido a la falta de regulación, especialmente en lo que se refiere a los horarios.


La discusión sobre flexibilidad laboral en el mundo ha dado un vuelco muy importante en los últimos años. De un debate orientado hacia políticas laborales que fomenten el crecimiento y la productividad de las empresas, hemos pasado a una discusión que pone su atención en la persona, la resiliencia y adaptabilidad en un entorno cada vez más desafiante, como propone la OCDE, es necesario crear “más y mejores empleos”, en un mercado más incluyente y resiliente.

En ese contexto se encuentra hoy la discusión sobre flexibilidad laboral en el mundo. La pandemia puso de manifiesto todos estos desafíos y acentuó algunos de los problemas que ya alertábamos como sociedad. Así, la participación económica es uno de los ámbitos de mayores brechas de género en el país.

Fue en ese escenario que la Red de Mujeres de Alta Dirección (Redmad) realizaron un estudio de flexibilidad laboral en conjunto con la Asociación Española de Ejecutivas y Consejeras, EJE&CON, con el afán de poder aportar a la discusión sobre si la flexibilidad laboral implica oportunidades para el desarrollo y avance de la mujer en la alta dirección. Y, sobre todo, para poder analizar si las brechas de género que observaban en los entornos laborales tradicionales se estaban replicando también en el espacio privado.

Para ello utilizaron un modelo de tres ejes clave (Estado, las empresas y personas), con técnicas cualitativas y cuantitativas, entre octubre de 2020 y marzo de 2021 en Chile y España.

Teletrabajo y brecha de género

En Chile y Latinoamérica las mujeres han sido las más afectadas por las medidas de confinamiento: su situación laboral se ha precarizado por la sobrecarga asociada a las tareas de cuidado, y la tasa de participación laboral femenina ha retrocedido más de diez años a nivel nacional, ubicándose por debajo del 50% según la Encuesta Nacional de Empleo de marzo de 2021.

Principales resultados

Hay una visión compartida entre empleadores y ejecutivas de Chile y España, respecto a que la flexibilidad laboral (expresada en teletrabajo) trae múltiples beneficios: mejor conciliación y calidad de vida, disminución del ausentismo laboral, mayor productividad y mejor estructura de costos, en el caso de las empresas.

Para las ejecutivas es relevante desarrollar políticas y modelos formales que regulen la jornada laboral (derecho a desconexión y conciliación) además de establecer un sistema de gestión por objetivos.

Uno de los grandes cambios experimentados en pandemia es el nacimiento de nuevos estilos de liderazgo, surgen desde la necesidad de contención y que da lugar a formas de liderar basadas en la confianza.

Un 81% de las ejecutivas en Chile y un 71% de las españolas teletrabajaron durante las primeras etapas de la crisis sanitaria, migrando luego a modalidades mixtas. La experiencia de teletrabajar en pandemia se ha caracterizado por extensas e inarticuladas jornadas laborales: trabajan más de 8 horas diarias y en los horarios donde tengan más espacio para hacerlo (“trabajan cuando pueden”).

Pese a ello, el 76% de las chilenas y el 79% de las españolas, evalúa su experiencia positivamente. Para las ejecutivas en Chile, el ámbito de las relaciones familiares es aquel en donde la flexibilidad laboral encuentra su validación y legitimación como modalidad de trabajo deseable, ya que, pareciera estar apalancada en sus beneficios emocionales. En España, en tanto, es el valor dado a poder contar con mayor libertad para disponer del tiempo propio: para los hobbies, la familia, el trabajo (conciliación).

La diferencia más visible entre ambos países, identificada por las ejecutivas en estos meses de confinamiento, está en que, en España, la distribución de tareas vinculadas al cuidado y crianza de los hijos tiende a estar más balanceada en la pareja que con respecto de Chile. Esto probablemente se deba a que la corresponsabilidad se ha fomentado a nivel estatal, por ejemplo, con una ley que da derecho a los padres y madres, de manera individual e intransferible, de interrumpir su relación laboral durante 16 semanas para el cuidado de sus hijos durante los 12 primeros meses de vida.

Para que la flexibilidad horaria y el trabajo remoto sean modalidades sostenibles en el largo plazo, las mujeres directoras de ambos países consideran que es necesario que tanto el Estado como el mundo privado tengan un rol en la regulación de estas nuevas formas de trabajar, deben tener su correlato en la conciliación entre la vida privada y laboral.

Un 62% de empresas chilenas se muestran dispuestas a adoptar alguna forma de flexibilidad laboral post crisis sanitaria. Los empleadores destacan una serie de elementos positivos de implementar en cuanto a equidad de género en las organizaciones, como “mejor imagen empresarial” (90%) y la innovación (87%). Pero todavía no vinculan directamente esos aspectos con el aumento de la rentabilidad de la empresa o su sostenibilidad.

Puedes descargar el estudio completo aquí.

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