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Chilenas sobre olas: los desafíos y la evolución del bodyboard femenino nacional BRAGA Créditos: Fotos de Antofagasta Bodyboard Festival

Chilenas sobre olas: los desafíos y la evolución del bodyboard femenino nacional

Valentina Díaz y Paloma Freyggang se encuentran actualmente en el top 10 del ranking mundial. Sin embargo, llegar hasta ahí no ha sido fácil. Falta de apoyo, brechas en los premios de las competencias y la maternidad, son solo algunos de los desafíos a los que las deportistas se han enfrentado.


El bodyboard es un deporte que poco a poco ha ido en ascenso en el país. De esta forma, desde su consolidación en los 90 y al igual que en los deportes tradicionales, son cada vez más las mujeres que se interesan y deciden practicar esta disciplina.

Es así como las olas del mar atrajeron a Paloma Freyggang y Valentina Díaz, las dos chilenas que actualmente se posicionan en el puesto número 6 y 9, respectivamente, del ranking mundial femenino.

En el Antofagasta Bodyboard Festival (ABF), tras dos años de ausencia por la pandemia, las riders se llevaron el tercer lugar del encuentro. Este cumplió 10 años de trayectoria y se realizó del 16 al 29 de mayo en la playa Llacolén, en donde se congregaron más de 200 deportistas de todo el mundo.

Sin embargo, la carrera deportiva de ambas no ha sido para nada fácil, pues han luchado por llevar la igualdad de género al mar. Falta de financiamiento y apoyo, brechas de dinero en los premios de las competencias y la maternidad, son los desafíos a los que las deportistas se han enfrentado.

Así lo afirmó Valentina Díaz, que a sus 16 años dejó los esquís de nieve por una tabla de bodyboard, adentrándose en las aguas espumosas de la playa El Abanico en Maitencillo, lugar donde solo una mujer practicaba este deporte: ella. Con el pasar de los años y ya dentro de los campeonatos comenzó a conocer a otras, que al igual que ella, les apasionaban las olas, no obstante, también empezó a vislumbrar las complicaciones.

“La competencia puede ser muy frustrante a veces. El apoyo que en ciertas ocasiones no hemos tenido por parte de empresas privadas ni del Estado, creo que han sido las partes más difíciles. Ver que vas con tu bandera chilena, sola, con tus propios recursos y que no hay apoyo en el camino, hasta cuando ya estás arriba, es frustrante. Tenemos potencial de ser campeonas mundiales en este deporte, pero falta ayuda y visión”, explica Valentina.

A esto, se le suma la falta de igualdad de condiciones, en donde los premios por categoría hombre y mujer son distintos, a pesar de ser el mismo torneo. Ante esto, en el desarrollo del tour mundial de este año, las riders han comenzado a trabajar en pos de acortar esta brecha. 

“Lo que nosotras estamos intentando es que los premios de dinero en las competencias sean equitativos, que las mujeres y hombres ganen la misma cantidad. Por ejemplo, el primer lugar hombres en Antofagasta ganó 20.000 USD y el primer lugar en categoría mujeres ganó 5.000 USD.  Queremos igualar.  Eso ya lo han hecho otros deportes como el surf y el fútbol. Esto es súper importante para hacer crecer el deporte femenino. Es aportar un granito de arena para que esto vaya evolucionando”, destaca la deportista.

Mamá sobre la tabla

Cada prueba y cada ola es un reto, pero sin duda el más grande desafío para Paloma Freyggang en este deporte es la maternidad, quien dejó de hacer bodyboard a los seis meses de embarazo por recomendación médica.

“El complementar el deporte con la maternidad y seguir adelante con más fuerza y más ganas que antes, ha sido uno de mis más grandes desafíos. Si bien disminuye el tiempo que uno tiene para dedicarse 100%, aún así hay tiempo para hacer las cosas que a una le gusta. Sin duda ese ha sido mi más grande desafío, el seguir vigente, compitiendo en los mundiales, en los nacionales y siempre tratando de evolucionar y buscando mejorar como deportista”, expresa Paloma.

Volvió a montar las olas cuando su hija cumplió tres meses, sin embargo, con poco apoyo familiar, el cual le dificultó entrenar e ir a competencias. A pesar de eso, aseguró que el tener a su hija le dio más fuerza y motivación para continuar.

El bodyboard se va expandiendo cada vez más en los 6.435 km de costa chilena. El tener referentes femeninos y diversas oportunidades de competición o de pasatiempos resulta de suma importancia para la permanencia y profesionalización de este deporte. Por lo que en el último ABF se sumó la categoría Junior Mujeres.

“Nunca vi a otra mujer haciendo este deporte en donde vivía, menos compitiendo. Para mí fue súper difícil eso y ver ahora que las niñas nos tienen de referentes a nosotras, tienen esa motivación y saben que pueden hacer una carrera de esto, competir o como estilo de vida, es sumamente positivo”, añade Valentina Díaz.

“Es genial que hagan una categoría junior porque sienta un precedente para que las niñas se motiven con este deporte. Es muy importante, pues refleja lo que es el futuro del deporte. Ojalá el próximo año se metan más niñas y se creen instancias para que se motiven y haya más cantera, como se dice”, manifiestó Paloma Freyggang.

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