BRAGA
Las principales características de este síndrome se basan en la autoexigencia en términos laborales o académicos, situación que eventualmente afecta las distintas esferas de la vida al tratar de cumplir las expectativas autoimpuestas. Autoconfianza, perder el miedo al fracaso y reconocer los méritos propios son algunos de los consejos para enfrentar el padecimiento.
Atribuir a la ‘‘suerte’’ los logros personales o sentirse incapaz de recibir el éxito alcanzado a través del desarrollo laboral o académico, son algunas de las principales acciones que se pueden vincular al Síndrome del Impostor, padecimiento que se presenta en más del 70% de la población mundial, según la Universidad Nacional Autónoma de México.
Según explica la psicóloga y gerenta de Cultura y Desarrollo Organizacional de la plataforma Trabajando, Lisette Provoste, este síndrome afecta en su mayoría a las mujeres y consiste principalmente en la incapacidad de reconocer logros propios y a una sensación de falsedad frente al resto.
Las personas que padecen este síndrome normalmente presentan una autoexigencia demasiado alta en términos laborales o académicos, lo que finalmente termina afectado otros aspectos de la vida diaria.
‘‘Esta exigencia se traslada a otros ámbitos de la vida, como sus relaciones de pareja o familiares, entonces, constantemente se esfuerzan por estar a la altura de las supuestas expectativas de los demás, lo que resulta extenuante”, señala Provoste.
Cabe destacar que un informe encargado por el Access Commercial Finance de Reino Unido confirmó que los hombres son menos propensos a padecer el Síndrome del Impostor, de hecho, presentan un 18% menos de posibilidades que las mujeres.
La razón de por qué se presenta menos en varones, se debe a que la población femenina tiende a ser mayormente criticada y enjuiciada por sus acciones, lo que afecta directamente su confianza y seguridad.
Emma Watson, Michelle Obama, Michelle Pfeiffer, Kate Winslet, son algunas de las destacadas mujeres que han reconocido verse afectadas por este síndrome.
Recomendaciones
Para la experta, la clave para frenar este síndrome radica principalmente en ser consciente de las propias capacidades y la autoconfianza. También señala que los empleadores deben entregar constantemente retroalimentación a sus colaboradores respecto de sus tareas.
Para erradicar el Síndrome del Impostor, Lisette Provoste entrega cuatro tips fundamentales:
No le temas al fracaso, “porque este forma parte de la vida y nos entrega crecimiento”.
Reconoce que siempre serás un experto (a) para alguien, “puede ser que una tarea te resulte tan fácil, que creas que todos pueden, pero debes reconocer que ese es tu talento”.
Valórate y no te compares, “siempre habrá alguien con mayores o menores capacidades que tú y la comparación solo lleva a una constante insatisfacción”.
Acepta los halagos y revívelos de vez en cuando. “Mantener una lista de comentarios positivos, que puedas repasar, te hará inmediatamente salir de la negatividad”, concluye.
