La cultura machista, la educación restrictiva y la religión con una visión pecaminosa, siguen siendo un obstáculo para lograr una salud sexual placentera y feliz. Por esta razón, la invitación es a despojarnos de todas aquellas malas experiencias, pensamientos negativos y creencias erróneas, para poder vivir nuestra sexualidad libremente sin prejuicios.
En primer lugar, me gustaría repasar algunos pensamientos que están tan normalizados socialmente, que muchas veces se asumen como un mandato a cumplir: “Es importante complacer a tu pareja”, “siempre debes estar disponible”, “si no tienes placer, finge para hacerlo feliz”, “si no está feliz en la cama se buscará otra”. Quiero hacer un llamado de alerta a todas las mujeres, ya que estos mensajes pueden ser eventualmente muy perjudiciales para su sexualidad, pudiendo incluso a llegar a generar distintas disfunciones sexuales, como por ejemplo: dolor en las relaciones sexuales, dispareunia, vaginismo que es la dificultad o imposibilidad para lograr el coito, disminución del deseo sexual, dificultad para experimentar el orgasmo, por mencionarles algunos.
[cita tipo=”destaque”] Saber qué te gusta y qué no, cuáles son tus límites, cuánto estás dispuesta a ceder, animarte a abrir tus sentidos y soltar el control para aprender de tu propio placer, son algunas recomendaciones para empezar a empoderarte de tu sexualidad. [/cita]
Ahora la pregunta es: ¿Cómo podemos trabajar resignificando estas creencias para despojarnos de ellas y poder lograr una sexualidad libre y saludable?
Pedir ayuda: Es recomendable acudir a un especialista, ya que un profesional especializado podrá realizar una biografía de tu sexualidad y te ayudará a repasar los hitos importantes desde el inicio de ella, hasta el día de hoy, evaluando la influencia que estos han generado en tu vida sexual para poder identificarlos y trabajar en ellos.
Autoconocimiento: Saber qué te gusta y qué no, cuáles son tus límites, cuánto estás dispuesta a ceder, animarte a abrir tus sentidos y soltar el control para aprender de tu propio placer, son algunas recomendaciones para empezar a empoderarte de tu sexualidad.
Comunicar: La comunicación asertiva es muy importante, por ello la clave está en aprender a hablar con tu pareja sin pudores, con respeto y cariño, expresando qué sientes, qué te pasa, qué no te agrada y qué te encanta en la intimidad. Dado que las suposiciones no son el camino adecuado para un buen entendimiento, pues conducen a muchos errores y malas interpretaciones.
Finalmente, las invito a “regalonearse” diariamente a ustedes mismas, darse tiempo para disfrutar de las cosas que les gustan, rodearse de buenas amigas, soltar el control y atreverse a luchar por sus sueños, visualizando el camino para poder lograrlos y animarse a decir “ahora quiero ocuparme de mi propio placer, quiero disfrutar de mi vida sexual sola o acompañada”.