Yo opino
En el marco del mes de la mujer, cabe recordar que la mamografía es el examen más indicado para la detección temprana del cáncer de mama de acuerdo con lo estipulado por la Sociedad Americana contra el Cáncer y otros organismos médicos internacionales que respaldan su uso.
[cita tipo=”destaque”]Se insta a perder el miedo a este examen, considerando que solo puede traer beneficios en la detección temprana de la enfermedad y que la probabilidad de obtener un diagnóstico adverso como lo es el cáncer de mamas es solo 2 a 4 en 1000. [/cita]
Un diagnóstico oportuno de cáncer de mamas, al que se puede optar con este examen, puede cambiar significativamente el pronóstico de la enfermedad, optando a manejos médicos y quirúrgicos que llevan a mejores resultados y a un menor deterioro de la calidad de vida posterior al tratamiento recibido.
Teniendo en consideración los beneficios de esta técnica diagnóstica, resulta muy necesario hacer un llamado a su realización por parte de la población objetivo, que de acuerdo con las recomendaciones entregadas por la Sociedad Americana contra el Cáncer sería una mamografía anual para mujeres a partir de los 40 años, siendo mayormente necesario en mujeres sobre los 50 años, las cuales pueden optar a la misma periodicidad o bien, a una mamografía cada 2 años.
En cuanto a los consejos sobre cómo prepararse para la mamografía, es importante señalar que, si está la opción, se acuda a un centro imagenológico especialista en mamografías, ya que la confiabilidad del resultado informado depende de la experticia del operador que realiza el examen. Se sugiere acudir al mismo lugar de manera que puedan contar con los informes previos para comparar las mamografías a través del tiempo, o bien, llevar las últimas realizadas si es un nuevo lugar. Programar la mamografía para una fecha alejado al menos una semana de la menstruación, de manera que las mamas no estén inflamadas o sensibles y así reducir las molestias con la toma del examen. Se pide que previo al examen no se use desodorante antitranspirante ya que algunos de sus componentes podrían aparecer como manchas blancas en las radiografías, no obstante, se puede aplicar inmediatamente concluido el examen. Con respecto a la vestimenta, puede resultar más cómodo usar falda o pantalón de manera de que se tenga que retirar solo la blusa y el sostén, quedando desvestida solo en la parte superior.
Se debe informar cualquier cambio en las mamas que haya notado antes de realizar la mamografía de manera de considerar ese antecedente en la evaluación.
En relación con el dolor que puede provocar este examen, es importante señalar que es un aspecto variable entre las personas, ya que la tolerancia al mismo depende de varios factores, incluyendo la exposición a experiencias dolorosas previas, el manejo de la ansiedad o estrés asociados al procedimiento, entre otros. De todos, si es que no hay contraindicación médica, el día del examen se puede tomar un medicamento tipo AINES (antiinflamatorios no esteroidales) para aliviar el dolor que eventualmente puede presentarse.
Finalmente, se insta a perder el miedo a este examen, considerando que solo puede traer beneficios en la detección temprana de la enfermedad y que la probabilidad de obtener un diagnóstico adverso como lo es el cáncer de mamas es solo 2 a 4 en 1000.
