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“Pasados que no pasan”: artistas presentan performances por los 50 años del Golpe de Estado BRAGA

“Pasados que no pasan”: artistas presentan performances por los 50 años del Golpe de Estado

A poco más de dos meses de cumplirse los 50 años del golpe de Estado de 1973, un grupo de mujeres artistas presentan performances basadas en “Pasados que no pasan”, texto que busca aportar a la reparación simbólica de los crímenes impunes de la dictadura. Un bordado colectivo será la próxima actividad a realizar y se hará la última semana de julio en Lirquén, luego continuará en Concepción y Tomé durante agosto.


Diversas manifestaciones artísticas se están realizando y se realizarán en el marco de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado. Una de ellas proviene de la artista Lorena Muñoz Bahamondes y su performance “Pasados que no pasan”, con la que busca aportar a la reparación simbólica de los crímenes impunes de la dictadura y la democracia.

El 29 de junio pasado, la performer intervino la piedra fundacional que todavía existe en la ex sede Cema Chile en Concepción y realizó una caminata hacia el exterior que modificó el protocolo inaugural del Encuentro Nacional de Mujeres Artesanas (ENMA), que la invitó a resignificar los 50 años del golpe de Estado en Chile.

Acompañada por la tejedora Tania Parra Sagredo, con la dirección lumínica y escénica de Angélica Jara Pérez y las piezas de vestuario tejidas por Riola Toloza, la artista propuso un cruce entre los nombres de las detenidas desaparecidas escritos en pañuelos y la mención a viva voz de las víctimas de femicidio en la Región del Bío Bío. Ambas enunciaciones del pasado y del presente ocurrieron mientras la artista -reapropiando el gesto Butoh- deshizo las piezas que viste en sus brazos, piernas, torso teñidos de blanco y narró algunos fragmentos del texto curatorial.

Escrito y leído por la periodista Alejandra Villarroel Sánchez, el texto “Pasados que no pasan” fluyó hacia una suerte de contraformato curatorial poético que, luego, la artista apropió en escena de la performance con parlamentos.

“Desarrollé un brevísimo ejercicio escritural imaginando la acción de Lorena simultánea a la idea lanzada por la historiadora Sandra Raggioy, que para mí es una llave maestra a todo lo que se puede pensar y sentir sobre la impunidad como motor de una educación con enfoque de derechos, hay muchas piedras y monumentos del terrorismo de Estado que se apología de la dictadura o la relativizan”, sostuvo Villarroel.

Por otro lado,  un bordado colectivo del texto curatorial se llevará a cabo como una actividad de mediación colaborativa impulsada por Estudio Arteria. En el transcurso de cuatro sesiones se bordará y hará memoria, iniciando en el puerto de Lirquén durante la última semana de julio, para continuar en el mes de agosto en Concepción y Tomé. Son ocho las mujeres encargadas de construir juntas el bordado, pieza final que viajará con la performance en futuras acciones.

El llamado a participar se realizará a través de @arteriaestudio convocando especialmente a profesoras, estudiantes y activistas tomecinas.

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