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El mito de la “vulva ideal”: un negocio creado para la venta de tratamientos estéticos BRAGA GETTY IMAGES

El mito de la “vulva ideal”: un negocio creado para la venta de tratamientos estéticos

Karina Simao
Por : Karina Simao Estudiante de periodismo de la Universidad de Chile, colaboradora en El Mostrador Braga
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A pesar de los avances en la sociedad, los estigmas y estereotipos hacia los cuerpos de las mujeres siguen vigentes, y esta influencia también se extiende a la apariencia de los genitales femeninos. La imposición de la “vulva ideal”, en tanto violencia simbólica, se produce a la par con la creciente demanda de tratamientos médicos y quirúrgicos para modificar la apariencia de la zona íntima. Sin embargo, estos estereotipos no sólo perpetúan inseguridades para las mujeres, sino que también afectan su salud sexual y reproductiva.


“La vulva tiene que ser pequeña, simétrica, cerrada, libre de pelos, manchas, arrugas y olor”: en la actualidad persisten los numerosos estereotipos y estigmas hacia el cuerpo femenino, y los genitales no son la excepción. 

Estos estereotipos están tan normalizados en la sociedad que incluso los avala la ciencia, donde distintos profesionales de la salud ofrecen tratamientos y cirugías estéticas a los genitales femeninos para alcanzar la “vulva ideal”.

De acuerdo con lo planteado por la psicóloga y sexóloga, Gloria Arancibia, esta imposición de la vulva perfecta tiene que ver con el género, pero particularmente con la imposición de la sexualidad más heteronormativa, que nos indica que las mujeres tienen que estar perfectamente bellas, y eso incluye la apariencia de nuestros  genitales.

Esto provocó que en los últimos años aumentara con notoriedad la oferta de tratamientos médicos y quirúrgicos para modificar el aspecto físico de la zona de la vagina, vulva, suelo pélvico e incluso el clítoris. Siendo el  tratamiento estético más utilizado el láser, que promete reducir la flacidez, el aspecto de los labios, hasta la producción de colágenos y fibras elásticas en la vulva.

Al respecto, la sexóloga comenta que “muchas mujeres embarazadas me han dicho que se les va deformar la vulva, que quedará atrofiada, que no va a volver nunca a su lugar o se le va a ensanchar, y  por lo tanto, necesariamente tienen que  pasar por la cirugía. Lo que es absolutamente falso, porque los tejidos vuelven a su lugar, como todo el cuerpo. Incluso existen ejercicios para mejorar los músculos del suelo pélvico”.

Gabriela Paz Orellana, integrante del colectivo  La Rebelión del Cuerpo, indica que los médicos que se dedican a ofrecer estos tratamientos estéticos están fuera de sus funciones, e incluso considera inapropiado que un profesional de la salud sugiera modificar una parte del cuerpo por su aspecto físico, pues “puede llegar a marcar mucho a una persona, ya que son profesionales a los que se les atribuye gran conocimiento y razón”.

“Este tipo de procedimientos son vendidos con la promesa de empoderarnos y mejorar nuestra autoestima, por ello no juzgamos a quienes deciden realizarse estas intervenciones, pero creemos importante dar cuenta de la estrategia mercantil detrás que, como toda violencia simbólica y de manera sutil, va instalando una necesidad, haciéndonos sentir inseguras y culpables e inmediatamente se presenta como ‘salvador’, ofreciéndonos un servicio para cubrir esa ‘falencia’ ”, comentan en una publicación del colectivo La Rebelión del Cuerpo.

Estos estereotipos de “vulva ideal”, no solo han servido para el comercio de tratamientos estéticos, si no que han afectado directamente la salud sexual y reproductiva de las mujeres, ya que se abstienen de tener relaciones sexuales porque esto les genera gran inseguridad. A juicio de Gloria, estas inseguridades influyen en la capacidad de poder expresar tu deseo y satisfacción sexual, ya que muchas mujeres no ven capaz que sus parejas sexuales la deseen.

Pero, ¿de dónde viene el estereotipo de “vulva ideal”?

Los factores que influyen la propagación de la “vulva ideal”, libre de manchas, sin vellos y cerrada, son la pornografía y los medios de comunicación. En relación a la  primera, Gabriela recalca que “la expectativa de una vulva ideal viene de aquella escuela en la que muchas personas han construido la forma en la que esperan vivir su sexualidad: el porno. Y aquí las vulvas han sido hasta retocadas, editadas y demás. Es un ideal inalcanzable e irreal”.

Gloria suma que “los medios de comunicación hacen más de lo mismo. Por ejemplo, con la regla, cuando te dicen que te tienes que sentir limpia y segura. Imponiendo una necesidad absoluta de esa limpieza, ya que esta limpieza conlleva belleza (…) “Siéntete segura” impacta en la autoestima, porque te dicen que tienes que estar limpia y bella a nivel genital o no serás tan deseada”.

“Esto sumado al importante peso que tienen los medios de comunicación para mantener los estereotipos, y para reforzar y conservar los métodos y las creencias erróneas en cuanto a nuestros genitales”, agrega la sexóloga.

¿Cómo se puede combatir esta propagación de vulva perfecta ? 

La propagación de la “vulva ideal” está siendo favorecida gracias al desconocimiento. Gloria comenta que un alto porcentaje de mujeres, de todas las edades, desconocen sobre su vulva, por tanto, no saben la cantidad de formas, tamaños y colores que estas pueden tener, incluso desconocen el potencial erógeno que pueden lograr.

Por esta razón recalca que “es absolutamente necesaria una educación sexual, para  que esto se pudiera trabajar en los colegios, desde la infancia, y para que aprendamos a querer nuestros genitales o al menos conocerlos”. Además, agrega que actualmente “las imágenes que suelen salir de los genitales (…) son dibujos absolutamente simétricos, dónde está perfectamente ubicado el clítoris, la vagina, los labios menores son perfectos y los labios mayores por supuesto no tienen vello”.

La integrante de La Rebelión del cuerpo también comenta que la única forma de desafiar los estereotipos y fomentar una comprensión más saludable de nuestra anatomía es a través de la enseñanza, ya que esta ayudaría enormemente a educar sobre la diversidad de vulvas que hay. “Comprender nuestra anatomía también significa vivir con nuestra anatomía sin vergüenza, incomodidad o inseguridad asociada a ideas irreales”, agrega Gabriela.

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