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¿Puede lo pequeño ser tan grandioso? BRAGA Créditos: Ave Calvar Martinez / Pexels

¿Puede lo pequeño ser tan grandioso?


La carrera por la sobrevivencia se ha convertido en el desafío más grande de la humanidad. La esperanza de vida, que se traduce a la necesidad de encontrar vías de rescate, hacia el encuentro de la cura a eso que a las mujeres tanto nos asusta y aterra: el cáncer de mama (primera causa de muerte en mujeres en Chile).

La cura al cáncer de mama es una de las carreras en la ciencia más difícil de recorrer, puesto que existe un sin número de limitantes, que día a día, el/la científico/a trata de derribar. Para algunos la esperanza está puesta en lo más grandioso (un ser divino, dios, etc.), para otros/as está puesta en lo más diminuto, la nanotecnología.

[cita tipo=»destaque»] Existen nanopartículas fabricadas de materiales naturales, que cumplen la función de transportar o vehiculizar fármacos específicos para la eliminación de células tumorales.  [/cita]

Las nanopartículas (partículas muy pequeñas: 1 nm es la millonésima parte de 1 metro) se han estudiado desde hace aproximadamente 20 años, existen diferentes tipos y formas que difieren en sus propiedades, tales como tamaño, color o función. Por ejemplo, las nanopartículas de oro, sí ¡de oro! Se pueden obtener por medio de reacciones químicas que conllevan a la formación de partículas nanométricas con múltiples propiedades terapéuticas. Y Usted se pregunta: ¿Por qué tienen propiedades terapéuticas? las nanopartículas de oro presentan la propiedad de absorber luz infrarroja o láser; al absorber esta luz, ellas liberan esa energía adsorbida emitiendo calor localizado, incrementando considerablemente la temperatura de lo que hay a su alrededor.

De esta manera, es posible utilizarlas como agentes terapéuticos, dañando el tumor sin afectar lo que se encuentra a su alrededor. Debido a esta interesante propiedad, surgieron un sin número de posibles aplicaciones para terapias de distinta índole, en el caso de cáncer, ésta sería una alternativa menos invasiva en comparación con la radio y quimioterapia. Incluso existen nanopartículas fabricadas de materiales naturales, que cumplen la función de transportar o vehiculizar fármacos específicos para la eliminación de células tumorales.

¿Parece ficción no? Pues no, ésta es una de las posibilidades a futuro para erradicar lo que tanto nos aterra. Falta mucho camino por recorrer, muchas preguntas por responder, pero créeme, ¡las encontraremos!

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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