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Por una menstruación más sustentable: 47% sigue usando higiene desechable por desinformación BRAGA Créditos: Foto de Intimina

Por una menstruación más sustentable: 47% sigue usando higiene desechable por desinformación

Cuidar el medio ambiente, no solo sería responsabilidad de las mujeres y personas menstruantes, sino que también del sistema educativo y de las grandes empresas.


Según datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), el mayor de contaminante acumulado en los océanos es el plástico, y un 35% proviene de textiles sintéticos de compresas y tampones, mientras que otro 2% agregado, proviene de artículos de cuidado personal.

La concientización de estos efectos se ha manifestado notoriamente en los últimos años. Así lo señala la reciente encuesta de Intimina, que revela que en un grupo de 2000 mujeres el 59% tiene en cuenta los efectos de los productos menstruales sobre el medio ambiente. En Chile, esto se evidencia en el análisis de gestión menstrual 2021 del Sernac, donde se observa que de 10.545 mujeres y personas menstruantes, el 8,2% utiliza la copa menstrual, posicionándose como la segunda preferencia por sobre el tampón, con solo un 2,1%. No obstante, la utilización de las toallas higiénicas sigue siendo la opción más empleada con un 44%.

Según la guía que estudia los residuos que generan los productos de higiene menstrual realizada por la Fundación Rezero, se estima que la huella de carbono emitida por productos no ecológicos en un año alcanza en promedio los 5,3 kg de CO₂ por persona . Por el contrario, la misma estimación para la copa menstrual es de 0,04 kg de CO₂ equivalente por año.

A su vez, en cuanto a la durabilidad de los productos reutilizables, una persona menstruante, puede evitar 26,1 kg de CO₂ equivalente a cada cinco años si sustituye los tampones por una copa menstrual.

Por otro lado, a pulpa de madera, presente en tampones y compresas contribuye a la deforestación.

La ambientóloga y coordinadora de la Fundación Rezero, Rozer Badia, señala que los efectos al medio ambiente también deben ser tratados por las empresas.

“Deben tener la obligación de asumir los costes que realmente tiene la gestión de sus productos, como, por ejemplo, la limpieza marina. Esto es algo que los fabricantes no asumen y que se debería incorporar al propio producto, no puede ser que sea tan barato contaminar”, señaló Rozer, para La Marea.

De acuerdo al informe del Sernac, uno de los factores relacionados a que siga predominando la preferencia a productos de un solo uso, es la falta de información: el 47% de las personas encuestadas señalan que nunca les realizaron una charla sobre higiene, salud y educación menstrual en sus colegios, hecho que repercute negativamente en otros ámbitos.

 

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