Quien fue uno de los cantantes más famosos de Francia y autor de éxitos como «Et maintenant», interpretado por unos 150 artistas en el mundo, «Nathalie» o «L’important, c’est la rose», que dieron la vuelta al mundo, fue anunciado por la emisora RTL, en la que trabaja su hijo Gaya.
Conocido como «el señor 100 mil voltios» por su fama de romper los pianos que aporreaba en los conciertos, Bécaud, de 74 años, inició su carrera artística como pianista y su encuentro con el igualmente célebre Charles Aznavour fue determinante en su carrera.
Grabó hasta el final
Autor e intérprete de unas 400 canciones, de las cuales al menos 20 se han convertido en clásicos, Bécaud publicó en 1999 su último disco, Faut faire avec. La muerte le sorprendió cuando terminaba de grabar Mon cap.
Bécaud está considerado como uno de los grandes de la canción francesa en los años 50, que contribuyó a renovar. Su atractivo para la juventud quedó plasmado de forma gráfica con un memorable concierto en la sala parisiense Olympia en abril de 1954.
Era su primera actuación como estrella principal en el Olympia y quedó en los anales como el primer espectáculo en Francia en que los entusiasmados espectadores rompieron los asientos.
Nacido como Francois Gilbert Silly en Tolón (sur) en 1927, Bécaud inició su carrera como pianista en los clubes de París justo después de la Segunda Guerra Mundial y fue otro nombre sagrado de la canción francesa, Edith Piaf, quien le alentó a dar el paso.
La popularidad del cantante cruzó el Atlántico: permaneció tres semanas en cartelera en Broadway en 1966, y la versión inglesa What now my love de su clásico Et maintenant fue interpretada por Frank Sinatra y Barbra Streisand, entre otros.
Además de los éxitos ya citados, sus clásicos incluyen Je reviens te chercher, Quand il est mort le poete, Le jour ou la pluie viendra o La solitude ca n’existe pas.
Bécaud, quien en el escenario solía lucir un traje azul oscuro con camisa blanca y una corbata de lunares, vivía entre una gabarra amarrada en el Sena en la región de París, una residencia en Poitou y una casa en Córcega.
EFE
