Esto, a raiz de las amenzas recibidas luego del lanzamiento de su controvertido disco en el Reino Unido, acompañado de un vídeo de dibujos animados en el que aparece la caricatura del primer ministro británico, Tony Blair, como un perro del presidente de EEUU, George W. Bush.
La estrella británica del pop George Michael dijo ayer que no volverá a vivir en Estados Unidos porque teme por su vida en ese país, donde ha sido acusado de anti-estadounidense tras la publicación de su último disco.
El controvertido disco fue presentado hace dos semanas en el Reino Unido, acompañado de un vídeo de dibujos animados en el que aparece la caricatura del primer ministro británico, Tony Blair, como un perro del presidente de EEUU, George W. Bush.
Ni el disco -titulado «Shoot the Dog» («Pega un tiro al perro»)- ni el vídeo se venden todavía en el mercado estadounidense, pero ya han provocado furibundas reacciones en ese país, donde han llegado a ser considerados como una justificación del terrorismo.
En un entrevista a la cadena televisiva británica ITV, Michael lamentó hoy el trato que ha recibido en Estados Unidos, donde ha vivido durante varios años junto a su compañero sentimental, el tejano Kenny Goss.
«Se ha deducido que yo soy un simpatizante de (la red terrorista) Al-Qaida, que de alguna manera yo pensaba que los atentados del pasado 11 de septiembre en EEUU no fueron horrorosos, espantosos e inmerecidos», comentó el cantante.
«Intenté -continúo- rebajar la polémica porque mi vida estaba en peligro. Los estadounidenses son ahora muy reaccionarios y yo no puedo regresar a Estados Unidos, aunque mi novio resida allí».
discriminado por gay
Michael también se siente atacado por haber sido detenido en 1998 por comportamiento obsceno y por ser homosexual, en alusión a un artículo del diario «New York Post» que le llamó «principal pervertido del pop» tras la salida a la venta del disco.
«Por algún motivo, no puedo hablar de nada porque hace cuatro años me pillaron con un policía en un lavabo público en Los Angeles», explicó la estrella, detenida en aquella ocasión por conducta lasciva.
El cantante señaló también que no puede luchar contra «ese tipo de aversión a la homosexualidad», aunque está preparado para «un empeoramiento de ese rechazo».
Pese a la lluvia de críticas en Estados Unidos, George Michael subrayó que no se arrepiente de haber publicado su polémico trabajo y reiteró que no tiene nada contra EEUU y dijo: «Me encanta la casa que tengo allí y amo a la familia de Kenny».
EFE
