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Area de Prensa de Televisión Nacional vive sus conflictos ‘puertas adentro’

Entre las decisiones polémicas de la Dirección de Prensa, se cuenta la llegada de varios profesionales que, sin que se cuestione necesariamente sus capacidades periodísticas, tienen un sello de "derecha" y cuya contratación implicaría la salida o reubicación de otros periodistas de perfil concertacionista.


Puertas afuera, Televisión Nacional de Chile celebró ayer el estrecho margen con que su teleserie del primer semestre del 2003, se impuso al culebrón del Canal 13. En un esfuerzo paralelo, TVN trata de proyectar una imagen de renovación y unidad interna en la ejecución del Plan de Reestructuración del Area Informativa que está en marcha, y se felicita porque en febrero el informativo 24 horas le ganó, en promedio, a la competencia por primera vez en muchos veranos.



Pero mientras la dirección de prensa pone especial atención en los peinados de los presentadores -instaló al fotógrafo Jordi Castell como asesor estético-, puertas adentro, en el área de prensa, aumenta la preocupación por un proceso considerado de «derechización de los noticieros». Existe incertidumbre respecto a cuántas víctimas más puede dejar la aplicación del Plan de Reestructuración. La más reciente y bullada es Pamela Jiles, pero se teme que pueda haber más.



Hay un clima de miedo en prensa. Los periodistas no quieren referirse a un tema que pueda significarles represalias. Entre murmullos y rumores, un par de ellos explica que miran con desconcierto e impotencia cómo la suma de decisiones recientes en el área informativa redunda en que lo que parece ser un "giro a la derecha". Incluso, algunos periodistas estiman que esta dinámica, directamente, es la paulatina preparación para una "TVN para Lavín".



Entran y salen



Entre las decisiones polémicas de la directora de Prensa, Gemma Contreras, se considera la llegada de varios profesionales que, sin que se cuestione sus capacidades periodísticas, las que en muchos casos son incuestionables, tienen un sello de "derecha" o conservador, y cuya contratación implica necesariamente la salida o reubicación de otros periodistas de perfil concertacionista o más liberal.



Se trata de Andrea Vial, Rodolfo Paredes, Francisca Lira, Cony Stipicic, Amaro Gómez-Pablos, entre otros. Todos ellos, de una u otra manera, tienen capacidad de incidir sobre la pauta de noticias y sobre la línea editorial de los informativos. Sin contar con lo que ya venía haciendo, en este sentido, la editora general, Pilar Bernstein.



Francisca Lira, por ejemplo, después de salir de Pantalla Abierta de Canal 13, llegó como editora periodística a TVN y, según se explica en la estación, su aterrizaje implicaría la reasignación de José Miguel Alfaro -que venía de radio Cooperativa y cubrió campañas presidenciales para el canal- quien dejará su cargo de editor de 24 Horas para pasar a coordinar a los corresponsales regionales. Algunos dudan sobre el valor que puede tener este puesto, por cuanto ya hay un editor general de noticieros regionales, Manuel Francisco Daniel.



Cony Stipicic, por otra parte, es editora de noticias en Radio Duna, la emisora propiedad de Felipe Lamarca y su esposa. Ella fue asignada, según versiones de los periodistas, a la conducción del programa En Pauta que había sido pensado en un inicio -con otro nombre- para Pamela Jiles.



Aunque todavía está a nivel de rumor, se explica que aunque se logró que continuara emitiéndose Medianoche, en un principio destinado a desaparecer, el informativo nocturno tendrá como conductor a Gómez-Pablos en reemplazo de Claudio Fariña.



Pero más allá de los rostros, la preocupación de los editores que vienen de "antes" de la llegada de Gemma Contreras es que todos estos movimientos significarían la consolidación -aparentemente sin retorno- de un modo de informar que no pretende profundizar ni explicar, y que deja fuera una parte de los temas: por complejos, densos o conflictivos.



Una línea editorial, dicen, que se plasma en que la "objetividad" es medir con cronómetro los segundos que se asignan a los partidos políticos y que considera que el mandato de informar, educar y entretener que TVN tiene por ley, se cumple haciendo notas sobre el fantasma que apareció en un cementerio y sobre el ovni que salió en la foto del Columbia.



También hay preocupación porque el nuevo equipo de Gemma Contreras, con sus perfiles y énfasis, es el que estará vigente cuando haya que enfrentar el periodo de elecciones el 2004. Si no es la televisión pública la que informa sobre temas considerados «lateros», como pudieren serlo los conflictos políticos, se explica, menos se puede esperar que lo ciudadanos accedan a la información en canales abocados al reality show o a los team juveniles axé.



Otra versión



Altas fuentes de la dirección ejecutiva de TVN explican que no hay tal giro a la derecha, poniendo como ejemplo que también existen contrataciones de profesionales de perfil más progresista, como Juan Diego Montalva, y se resalta que el Plan de Reestructuración del Area Informativa contó con la aprobación de la unanimidad del directorio en enero pasado, con la sola excepción de Bernardo Matte, quien se encontraba fuera de Chile.



Eso es cierto, precisan otras fuentes de TVN. Pero también lo es que dicho Plan se aprobó igual como se hace con la "idea de legislar", de un modo general. ¿Quién no iba a aprobar mantener Medianoche, reforzar las contrataciones y el presupuesto para prensa y crear un Departamento de Investigaciones?



En todo caso, los resultados de la reestructuración en Prensa de TVN serán evaluados al terminar el primer semestre de 2003. Para entonces, ya se habrá tenido el rodaje suficiente y habrá terminado la teleserie que partió ayer y a cuyo éxito o fracaso está ligado -en buena medida- el rating de 24 Horas. El sentido común indica que para junio o julio se evaluará el acierto o desacierto de las decisiones de la Dirección de Prensa.



Caso de Pamela Jiles



Pero eso está en el futuro. Hoy, el comidillo de la estación televisiva está centrado en el sonado despido de Pamela Jiles, sin duda uno de los temas que abordará el directorio de TVN en su sesión de hoy martes.



Hay de por medio un tema de formas: Pamela Jiles alega haber sido despedida no por una mala evaluación sobre su desempeño, sino porque el director ejecutivo de la estación, Pablo Piñera, consideró inapropiado que ella se reuniera con Marcos Colodro, presidente del directorio de la empresa, y designado por el Presidente de la República, y -según se supone- uno de los miembros progresistas de dicho órgano.



Después de haber perdido la conducción del programa En Pauta, Jiles quedó a la deriva y Gemma Contreras decidió que la periodista y conductora -rostro histórico de Informe Especial y En Debate, y una de las caras que más se identifican con la Concertación y el tratamiento de temas "progresistas" en el canal- ya no tendría roles protagónicos y sería redestinada como una más de las reporteras del noticiero.



El despido realizado por Piñera significó una sustanciosa indemnización para Jiles. Una de las polémicas es que "el gustito" de Piñera le reportó a Pamela Jiles una reparación diez veces mayor que la indemnización legal que le tocaba por doce años de trabajo. Fuentes de la dirección ejecutiva dijeron que ello no habría sido así, y que sólo se trató de una mejora de entre un 10% y un 20% por sobre lo que legalmente correspondía, por tratarse de un «rostro» del canal.



La entrevista que no fue



Pamela Jiles dio, este fin de semana, una entrevista a un diario donde se refirió duramente a su exoneración. Sin embargo, y no obstante habérsele informado a la periodista que la entrevista iba a ser publicada el domingo, ello no ocurrió. Por razones domésticas, según explicó la editora de espectáculos de dicho medio escrito, quien no descartó que pudiera ser publicada en los próximos días.



En uno de los párrafos escogidos de dicha entrevista, que El Mostrador adelanta, Pamela Jiles señala: "Pablo Piñera decidió despedirme porque tuve una reunión con el presidente del Directorio, don Marcos Colodro, en diciembre. Tres días después, Piñera me mandó un recado terminal: ya que había cometido ese pecado tan tremendo, en la práctica me anunció su adiós. Hasta ahora no se ha atrevido a enfrentarme directamente, en persona, pero luego de su amenaza me dejó sin oficina, me quitó el computador en que trabajaba, intentó modificar mis condiciones de trabajo en términos menoscabantes y aislarme de mis compañeros para hacerme renunciar".



"¿Finalmente renunció?", pregunta la entrevistadora. "No", responde Pamela Jiles, "yo nunca le regalaría mi puesto a personas que no me merecen respeto y que utilizan mecanismos policíacos para deshacerse de los trabajadores que les molestan. Resistí tres meses el hostigamiento. Intentaron despedirme cuando el Directorio de TVN estaba de vacaciones, entre gallos y medianoche, como era previsible. Aguanté hasta que pude informar a los directores de lo que estaba sucediendo, el martes recién pasado" (4 de marzo de 2003).



Vea además



Las polémicas declaraciones de Pamela Jiles



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